3° Tú

5K 206 2
                                    

-Tome asiento por favor.

Cerré la puerta con delicadeza y me dispuse a sentarme en una de las 2 sillas que había delante de la mesa del que podría ser mi futuro jefe.

-Buenas tardes -dije yo mientras me sentaba en la silla y sacaba mi curriculum.

-Buenas tardes, si no me equivoco, usted es la señorita Daniela Calle -dijo levantando una ceja.

-Sí, soy yo, y espero que mi curriculum sea de su agrado.

-Gracias.

Empezó a revisar todo lo que estaba apuntado en él minuciosamente, sin saltarse ningún detalle y haciendo preguntas sobre mi experiencia, a las que yo contestaba fluidamente y con una sonrisa.

-Perfecto señorita Calle, solo tengo una última pregunta.

-Dígame, estoy lista.

-¿Cuánto tiempo va a necesitar para hacer la mudanza?

-Pues... depende, primero tengo que buscar piso y... espere... ¿Qué?

-El trabajo es suyo, no hace falta entrevistar a más gente, usted es la indicada, por lo que cuando termine la mudanza podrá empezar a trabajar.

-Muchísimas gracias, de verdad, no se cómo agradecérselo.

-Esforzándose al máximo.

-Delo por hecho.

-Bueno pues entonces nos mantendremos en contacto, pídale mi número a la recepcionista.

-Esta bien, y una vez más, muchas gracias.

Salí del despacho súper contenta y me dirigí hacia donde estaba la recepcionista, y me encontré con Poché.

-¿Cómo es que estás tan feliz? -preguntó extrañada.

-Ya me han dado el puesto -respondí yo muy feliz.

-¿Tan rápido?

-Sí.

-Bueno Daniela, veo que ya se lleva bien con Maria José Garzón -dijo mi jefe quien también había salido de su despacho.

-Sí, ya conozco a Maria José... ¿Garzón?

-Exacto Garzón -repitió ella.

Pues claro Daniela, eres tonta, cómo se te ha podido olvidar la cara de quien te hacía la vida imposible hace unos años, esa imbécil que hizo que toda tu vida cambiara por completo.

-Bueno yo ya me voy, tengo que buscar piso y todas esas cosas. Nos vemos.

Me fui rápidamente de aquel lugar ya que podría haber hecho cosas muy malas que me mandarían mi puesto al carajo. Cogí mi coche y fui a casa de mi primo, quien todavía no había llegado. Comí los espaguetis que ya me había preparado y fui a la casa de Juan Pablo y Cristobal para darles la gran noticia sobre mi empleo y la parte mala que me iba a esperar.

-Hola Daniela, ¿Cómo te ha ido en la entrevista?

-iMe han dado el trabajo!

-Wow, ¡enserio? Es increíble, felicidades.

.Muchas gracias Juan Pablo. Por cierto, ¿Y Cristobal? -dije yo, ya que le quería contar lo del trabajo a él también.

-iOh! No te preocupes por él. Es como tú, está buscando trabajo.

-¿Qué tipo de trabajo?

-Él es informático.

-A lo mejor puedo hacer algo.

-¿De verdad?

-Sí, me suena haber visto un anuncio en el edificio donde trabajo.

-¿Puedes decirme la dirección?

-Sí, ahora te lo escribo en un papel -busqué en mi bolso una pequeña libreta con un bolígrafo, y escribí todos los datos necesarios -toma Juanpi.

-Gracias, espera... ¿Juanpi?

-Para achicar el nombre.

-No no no, mejor que sea... Juanpa.

-Si tu quieres -dije yo riéndome.

-Oye no te rías, es el mejor apodo del mundo.

-Me río de la manera en que lo dices -aclaré riéndome aún más -bueno me voy, de seguro mi primo ya habrá llegado.

-Esta bien Dani, te veo mañana.

-¿Dani?

-Sí, Dani.

-Me encanta.

Y sin decir una sola palabra más cerré la puerta, pero esta se volvió a abrir.

-Toma tu bolso Dani.

-Qué cabeza la mía, gracias Juanpa, bueno, ahora si que si hasta mañana.

Entré en el piso de mi primo y me eché en el sofá, y me puse a pensar por donde podría buscar primero un piso, y también qué haría con el piso que tengo en Medellín. Muchas preguntas pasaban por mi cabeza, y la mayoría tenían una difícil respuesta o no tenían directamente, pero un portazo me sacó de mis pensamientos.

-¿Daniela? ¿Estás en casa?

Corrí por el pasillo hasta llegar a la entrada, que era donde estaba mi primo, y le dí un fuerte abrazo mientras gritaba.

-i¿A quién le han dado el trabajo?!

-¿Ya? ¿Tan rápido?

-Sí, me dijeron que como era la única persona que tenía experiencia y era buena, que no se lo iban a pensar dos veces y que el puesto es para mí.

-Esto habrá que celebrarlo, ¿No?

-Sí, pero otro día, que estoy muy cansada.

-No me extraña, entre el viaje y los nervios debes estar reventada.

-Bueno primo nos vemos mañana.

-Hasta mañana, que duermas bien.


LA ABUSONA CAMBIA  - CACHÉ (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora