LA ABUSONA CAMBIA - CACHÉ (ADAPTACIÓN)

22° Poché...

-Siento haber tardado -dijo él sentándose justo enfrente mía.

-No te preocupes, sólo han sido 2 minutos de nada. Bueno... de qué querías hablar?

-De nada - dijo sonriéndome.

-¿Entonces? -dije confusa.

-No te quería hablar de un tema en concreto, solamente quiero hablar contigo, saber qué ha sido de tu vida. Qué ha pasado después de tanto tiempo sin vernos, es decir... de todo un poco en general.

-Pues... tampoco tengo tanto que contar, vivo en Madrid con mi novia Maria José y... trabajo en una oficina... también con Maria José -iba a seguir hablando, pero su risa me interrumpió -¿Qué pasa? No he dicho nada gracioso.

-No, no lo has dicho, es por el simple hecho de que has dicho dos oraciones y en las dos has hablado de tu novia. Y segundo, ¿Maria José? Quién me iba a decir que tu novia se llamaría igual que a la que te hizo bullying.

-Sí, respecto a eso... también tienen el mismo apellido.

-¡Qué casualidad!

-Y también puede ser que sea la misma persona.

-¡¿Qué?! Daniela, llamemos a la policía o algo, ¿Te ha hecho algo esa idiota?

-Nonono, no te pongas así, no te preocupes, de verdad que estoy bien, ha cambiado, ahora es una persona estupenda, es increíble, sabe escuchar, me respeta, me da libertad para salir, se preocupa por mí, en definitiva la novia perfecta.

-Sí... ya veo -dijo triste.

-Perdón, quizás tendría que hablar mucho de eso

-No importa Daniela, además recuerda, sólo estamos como amigos.

-Sí, como amigos... bueno dejemos de hablar de mí, ¿Que tal te está tratando la vida? ¿Querías ser médico, no?

-Quería, pero la nota no me dio, al final estudio enfermería, no es lo que yo quería pero oye, no está tan mal, incluso quizás ahora prefiero ser enfermero que médico.

-Me alegra oírte decir eso, bueno... y ahora que ya nos hemos hecho un resumen de nuestra vida, ¿De qué quieres hablar?

-¿Podemos solo estar callados el uno frente al otro?

-Sí, por supuesto -terminé de tomarme el que sería el segundo café del día y levanté la mirada. Mario no había parado de mirarme y analizarme, se fijaba en todos los detalles de mi cara -¿Tengo monos en la cara?

-¿El qué? Perdón no te estaba escuchando.

-Nada, no he dicho nada -sentí una gran pena por Mario, se notaba a metros de distancia que yo le gustaba, se notaba que le tenía loco, se notaba que él quería que formara parte de su vida -Bueno... yo... me voy a ir yendo ya, tengo que preparar unas cuantas cosas para esta tarde, ya nos veremos.

Salí del café para poder preparar las cosas de la playa, pero justo caí en que no había pagado mi café, volví a entrar pero Mario ya no estaba, de hecho ya estaba la camarera limpiando la mesa. Noté como mi móvil vibraba, era un mensaje de Mario en el que decía lo siguiente.

Mario: Seguramente hayas vuelto al café a pagar tu parte, pero no te preocupes ya lo he hecho yo, espero volver a verte... te quiero <3