LA ABUSONA CAMBIA - CACHÉ (ADAPTACIÓN)

5° Sólo te falta el novio

-¿Podemos hablar?

-Sí, claro, pasa.

Me senté en el sofá del salón y me puse a hablar con Juan Pablo.

-¿Qué sabes tú de Poché?

-Lo justo y lo necesario ¿Por?

-Yo antes cuando era pequeña vivía aquí, en Bogotá.

-¿Y por qué te fuiste a Medellín? No, no, espera, más importante aún, ¿Qué tiene que ver Poché con todo esto?

-Pues... el caso es que ayer cuando fui a la entrevista Poché me vio y nos pusimos a hablar, pero su cara me sonaba mucho y no sabía de dónde.

-Oh, esta bien, ya lo entiendo, tú eras muy amiga de Poché pero por cosas de la vida te mudaste a Medellín y perdiste el contacto con ella, y ahora de repente aparece de nuevo en tu vida y tú te acuerdas de ella pero ella no de ti.

-Ojalá fuera eso. En realidad el motivo por el que me mudé a Medellín fue por Poché.

-¿Qué? No lo entiendo.

-Cuando yo era pequeña e iba al colegio, Poché siempre se metía conmigo y me hacía la vida imposible, hasta que llegó un punto en el que me golpeó y ya fue cuando mis padres y los profesores se enteraron. A mí me llevaron hasta Medellín y a ella la expulsaron del colegio.

-Dios, eso no lo sabía, Poché nunca nos había contado nada sobre su infancia.

-Y por eso me he tenido que marchar de la conversación.

-Pero... yo no veo que sea la misma.

-Ni yo, pero me recuerda a esos días y ya llevaba mucho tiempo sin recordar esos momentos de mi vida, y ahora sólo puedo pensar en eso.

No pude evitarlo y me puse a llorar.

-Por favor Daniela, no te pongas así, tranquilízate.

-Perdón, es que esto no se lo he contado a nadie.

-Ven Dani.

Juan Pablo me dio un abrazo para consolarme y así estuvimos un buen rato, hasta que decidí volver a hablar.

-Por favor Juanpa, esto no se lo cuentes a mi primo, que él se lleva bien con Poché y no quiero que esto termine mal también para él.

-No te preocupes, y si ves que te vuelves a sentir mal por eso no dudes en venir a verme.

-Gracias Juanpa.

-Denada Dani.

-Daniela, me han aceptado donde tú trabajas -dijo Cristobal, quien se acababa de despertar -¿Daniela? ¿Estás bien? -rápidamente Cristobal se unió al abrazo.

-¿Y por qué nos estamos abrazando? -dijo Cristobal confuso.

-No se si te lo puedo contar Cristobal -dijo Juan Pablo mirándome.

-Sí, adelante, el que no lo puede saber es mi primo.

Juan Pablo le explicó todo a Cristobal, quien escuchaba todo atentamente.

-¿De verdad hizo eso Poché de pequeña?

-Sí, pero creo que no me ha reconocido todavía.

-Pero aunque no te reconozca, no creo que te vaya a hacer nada.}

-Eso lo sé, pero aún así...

Empezó a sonar mi móvil así que tuve que dejar la conversación y contestar.

-Perdonen, me están llamando.

Contesté la llamada y era mi primo.

-Hey Sergio, ¿Cómo está tu amigo?

-Está bien, pero no llamo por eso, acabo de ver un piso que se vende cerca de mi casa.

-¿Enserio?

-Sí, y si quieres puedo ir a verlo contigo esta tarde.

-Esta bien, perfecto, aquí te espero.

Colgué.

-¿Qué te ha dicho? -preguntó Cristobal.

-Que ha visto un piso que se vende cerca de aquí -dije yo emocionada.

-Daniela, ¿Cuántos días llevas aquí? ¿Dos? -dijo Cristobal.

-Sí, ¿Por?

-Porque ya casi tienes tu vida hecha aquí -respondió él.

-Sí, sólo te falta el novio -dijo Juan Pablo.

-Pues sí, tienen razón, nunca me había adaptado tan rápido. Bueno chicos los dejo, que voy a ver el piso, ya nos veremos luego.

-Adiós Daniela -dijeron los dos a la vez.