día 39

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La vida va y viene. Me he dado cuenta desde el momento en ir todo esto comenzó.

Primero comienzas solo, después conoces a alguien que te ayuda a superar las adversidades de tu pasado, y cuando finalmente piensas que este sería el momento indicado de darte cuenta de que ahora todo saldrá bien, los problemas regresan, las pérdidas, y las nuevas personas llegan, muchas de ellas ocupan un pedazo importante de nuestras vidas e incluso llegas a sentir mucho más por aquellas personas que lo que tenías en mente.

Todo eso recorre mi cabeza al recordar el cuerpo echo pedazos de Tobias.
Me había logrado escapar de Alexandria para visitar un rato la tumba de Tobias. Aun lo extrañaba, pero sé que estaba en un lugar mucho mejor que éste o quizá que es feliz ahora, y eso era lo único en lo que podía pensar.

Al terminar con ello, fui hasta la avenida donde estuve con Dilan y Tom. Subí al auto y tome dirección de vuelta a Alexandria.

Aun consideraba volver y jamás irme de aquella tumba, pero sabía que el deseo de Tobias era verme feliz, y con Tom conmigo sería suficiente para cumplir aquel deseo.

Recorrí kilómetros hasta llegar.

Los chicos al verme abrieron la gran puerta y me dejaron pasar.
Llegué hasta nuestro estacionamiento y parque el auto cerca de la iglesia.
Caminé hacia los confines de las calles y al llegar a casa, encontré a Tom en el borde del porche esperando por mi regreso.

Llegué y deposite un beso en sus rosados labios.
Al separarme, contemple una vez más a Tom, y sonreí al darme cuenta de que todo al fin se había apaciguado.
Sabía que todo a partir de este momento saldría bien.

—tardaste un poco. ¿A dónde fuiste?
Me pregunta el chico, con una sonrisa ligera.

—fui un par de kilómetros de aquí. Todo está tranquilo, pero lamentablemente no encontré nada útil — excusé intentando mantener el engaño.

—entiendo. Por cierto, Richard vino hace unas horas, me dijo que si podrías considerar enseñar a los chicos a utilizar el arco. Al parecer muchos de ellos lo necesitan u quieren —. Comentó Tom, esta vez girando hacia mí para tomar mis manos.

—claro, buscaré a Richard después — aclaró —pero antes quiero comer un poco — sonrió, Tom asiente y fuimos hasta la cocina donde preparamos un par de emparedados.

Hacia mucho tiempo que no comía algo tan delicioso como esto. Era un manjar único e invaluable que me encantaría comer por el resto de mi vida.

Pasaron las horas y fui con Richard quién trataba de arreglar un par de cosas con Glenn y Dilan.

—¡oye! ¿puedes ayudarnos con esto? Grita Glenn. Sostenía lo que parecía un pedazo enorme de madera, un tablón sólido y pesado.
Tome el borde y lo pusimos como soporte para la gran muralla de lámina que nos rodeaba.

—esta maldita cosa nos trae problemas desde hace mucho, es posible que no resista mucho tiempo — dice Richard, llevando sus manos a la nuca, intentando pensar en lo que parecían mil soluciones posibles al problema.

—se ven resistentes, pensaremos en algo, supongo... ¿Richard? Bueno... Dijiste que querias que enseñará a tirar con el arco — cambio de tema por completo. Mientras observó cómo Richard reacciona de su ilusión mental para tomar la palabra.

—claro, Carl quiere aprender e igual Constantin, Jesus y Tara. ¿Crees poder?
Pregunta el castaño.

—pues claro, ¿Cuando? — interrogo, mirando al resto de los chicos.

—yo te diré cuando, está bien— asentí junto al chico.
—de vuelta a esto. ¿Que podemos hacer? Pregunta Richard a nadie en específico.

—podríamos probarlas, ver qué tan resistentes sin y sabremos cuanto tiempo podrán soportar — interrumpe Tom, llegando a nuestra estancia sin previo aviso.

—¿Eso suena algo loco? Dice Dilan con su ánimo de siempre.

—me refiero a qué... ¿Los caminantes? ¿Son frecuentes? Continúa Tom hacia el resto.

—por eso estamos en esto. Los bichos andan por ahí y siempre se estampan en las murallas, ya tuvimos un problema anteriormente — dice Dilan, es talvez mirando a Glenn y a mí.

—solo podemos esperar por ahora. Hacer guardia o quizá solo esperar hasta encontrar algo que pueda reemplazar las murallas — dice Glenn con los ojos pegados a Dilan.

—o podemos llevar a los caminantes en otra dirección — digo, mientras el resto escucha atentos — no sé, ir a fuera y sacarlos del lugar. Cuando salí estaba en su mayoría despejado, sería un plan corto pero bien desarrollado — todos en ese momento analizan mis palabras con cautela.

—podría servir, pero por ahora sería mejor esperar, no quiero arriesgarme — finaliza la discusión Richard, quién nos señala para continuar con los tablones de madera.

—¡Richard! ¡Chicos!... ¡Miren! — grita Constantin... O era ¿Philip? Aun no recuerdo los nombres de todos.

—¿¡Robert que pasa!? Grita Glenn.

"Maldición, era Robert" reniego. Mientras voy hasta el chico.

Señaló afuera, donde un grupo de chicos corrían hasta nosotros. Todos se veían mal, desgranados, perezosos y con armas disparando a lo que parecía una manda pequeña de caminantes.

—el ruido atraerá a más — dice Robert con su marlin 55 en las manos.

—¡Eh! ¡Detengan los disparos! Grita Richard sin respuesta de los desconocidos.

—¡Préstame tu arma! Señala Richard al hacha del rincón.

Enseguida corremos hacia el grupo y les ayudamos con los caminan restantes.
Poco a poco todos y cada uno de ellos cayeron al suelo gris y ensangrentado.
Todos hasta el último. Al terminar llevamos al grupo extraño adentro, y aún con las armas en nuestras manos comenzamos nuestra charla.

—¿¡Que les pasa!?... ¡Van a traer más de esos caminantes hasta acá! — grita Tom, mirando atento al más grande de ellos.
Aproximadamente tenía unos veinticinco o quizá veintisiete.

—no era nuestra intención — dice entre suspiros. —nos siguen desde hace unos días, no les hemos podido perder el rastro, y entramos en desesperación.

—faltaban otros dos, un joven de apenas quince años y otro aparentemente de la misma edad.

—¿Como se llaman? Pregunto, colocándome a un lado de Dilan y Tom.

—soy Philip, el es mi hermano Brian Nick.

De pronto el hombre consigue mejorar la respiración, como el resto, sus ojos se cerraban por el sol. Sus cuerpo temblaban, necesitaban ayuda.

—maldición — dice en voz alta Richard, mientras ve desplomarse a uno de los chicos por el cansancio.
—¿Está bien? Pregunta mientras ve como ese tal Phillip auxilia al chico.

— esta bien — comenta.

—¿De dónde son?
...

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Pongan un comentario si entendieron la referencia (ノ゚0゚)ノ~(゚ο゚人))

tom hiddleston y tu : The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora