tom hiddleston y tu : The Walking Dead

día 32

Desconcertada y cansada, corro junto al extraño hombre de hace rato.

Llegamos justo al otro lado del pequeño pueblo, cerca de la carretera a waynesboro, y forkss.
Nuestras respiraciones están agotadas y nuestros cuerpos no podían más.

Al recuperar el aire, ambos fuimos hasta la avenida central, donde tomamos asiento entre las verdes decoraciones que adornaban las aceras que llevaban a la carretera.
Justo esta la única parte que no recordaba de este lugar.

—ya tenía mucho tiempo que no corría así— comenta el hombre de piel brillante.
—Porcierto. ¿Cuál es tu nombre? Pregunta con una sonrisa ligera.

—tienes mucho entusiasmo, se ve que no estás acostumbrado a este tipo de emboscadas— ya más tranquila, tome de mi mochila una de las tres últimas botellas de agua. Tome un buen sorbo, mirando al chico cabizbajo por mi comentario.

— no es eso. Dice serio, repitiendo exactamente mis mismos movimientos.

— _____(t/n) — sonrió, intentando calmar mi actitud. Pero ahora estoy perdida y en mi locura. Acababa de perder todo lo que me importaba y lo único que le daba sentido a mí vida en tan solo este día.

—Tobias — corresponde mi sonrisa, tomando otro sorbo de la botella medio llena que reposa en su mano.
A juzgar por nuestro encuentro, parece una persona seria y buena. Agradable en su mayoría.
Su apariencia también parece extranjera y por su acento igual.
En realidad me recuerda mucho a Tom.
Enérgicos y casi sin importarles lo que pasa, como si todo esto solo sea una mala broma de deidades o quizá de científicos o simplemente una plaga o enfermedad, parece verle el lado positivo a las cosas y que esos bichos no son más que seres desagradables que debemos acabar.
Un pensamiento que me hiela la sangre, ya que es idéntico al de Tom.

—deberíamos ir hacia forkss, escuché que es seguro— dice, pasando su brazo por su frente.

—¿Estás solo? O ¿Tenías un grupo?— pregunto cambiando el tema por completo. Necesitaba saber esas cosas sobre él y también entender qué tipo de persona tenía a mi lado.

—tenía, nos separamos hace mucho y desde entonces estoy solo—
Produce un gesto rápido de cansancio y continua.
—¿tú estabas sola? Guardo su botella de agua, y dirigió su atención completamente a mí.

—estaba, igual nos separamos hace tiempo. Y ahora estoy sola— dije intentando mantener las lágrimas dentro de mis cuencas oculares.

—entiendo.
Se levantó de su lugar y extendió su mano para levantarme.

—yo creo que debemos ir hacia las vías— comento, intentando persuadir al hombre.
Aún que de ser que se niegue a acompañarme, iría por mi cuenta. Necesitaba buscar a Tom o algún indicio.

—no lo veo necesario. Podemos ir a dónde te dije y conseguir flechas para tu arco —
Dice señalando el arco de Travis. Ahora mío.
Me confortaba tenerlo conmigo, me hacía sentir que podía vengarme de él con tal solo poseerlo.

—no... No es necesario. Es más ni siquiera se ocuparlo — digo, estrechando su mano cálida.

—bueno. O podemos ir a waynesboro, a un condado cerca — sonríe, mientras me observa con atención.

—no creo. Pero no crees que sería mejor continuar por nuestra cuenta — me aproximó a su costado. Notando el desconcierto de "Tobias".

—¿Creí que iríamos juntos? Pregunta, mirándome con un poco de tristeza.

Lo acababa de conocer, como es posible que se sienta mal por dejarme sola.

—si pero, nunca nos pondremos de acuerdo — dije. Acomodando mi mochila y preparándome para un nuevo viaje.

—esta bien iremos a donde quieras — finaliza, parecía un niño desorientado y conformista.

—¿Seguro?
Pregunto. Esta vez con más curiosidad, al parecer insistía demasiado en que permanecieramos juntos.

A pesar de todo, sabía lo que se sentía estar solo. Así pase el resto de mis días antes de conocer a Tom, cuando mi hermana desapareció. Creo que puedo entender cómo se siente y lo que necesita.

—de acuerdo, hagamos un trato.

Miró atentamente al chico que tomaba una bocanada de aire, esperando casi un regaño de parte mía.

—vamos a waynesboro. Pero debes ayudarme a encontrar a alguien en nuestro camino— dije sin dar más explicaciones, era muy pronto para confesarle más de lo debido.

—de acuerdo. Pero ¿A quien? Cuestiona poniendo su hermosa arma revólver (Una vieja Roger 55 negra, muy similar a la que tenía Richard) en la esquina de su pantalón, metiendo justo debajo de su playera  de una banda famosa de rock y colocando su chaqueta de piel negra semejante a mia.

—se llama Tom, te mostraría una foto pero... Solo debes saber que es un muy especial para mi y que estará preguntando y buscando de mi — dije mientras él se resignó a asentir.

No sabía que mi dichoso trato con Tobias fuera una buena idea. Pero que más podía perder, buscar a Tom en lugares alejados parecía una buena idea, posiblemente estaría en un lugar apartado para buscar cosas para curarse o inclusive buscar apoyo.
O posiblemente solo estoy buscando a un cadáver.
Pero no quiero pensar en eso, tengo una esperanza de que el está vivo, y que me está buscando. Me hago a la idea de que todo puede pasar, pero no quiero, no pretendo imaginarme lo que sería de mí sin Tom.
Y necesitaba compañía, algo que al menos no me haga recordad todo esto.

Cerré los puños, haciendo que mis nudillos se pusieran blancos, intentaba contener las ganas de lloras y posiblemente sería demasiado vergonzoso y tenía que mantenerme fuerte. Al menos hasta conocer las intenciones de mi nuevo compañero.

Los dos nos preparamos para una larga búsqueda y de un método de supervivencia desconocido para ambos. No teníamos suficiente confianza para dirigirnos la palabra o conversar con tranquilidad como un extraño a otro. Ya no es el mismo mundo de antes en el que solo podíamos mirarnos y esperar a que la noche cayera. Ahora restamos y sobrevivimos con la esperanza de que los caminantes no nos atacarán.

—lista — dice con seguridad, intentando romper el hielo entre nosotros.

—si — respondí, ajustando las asas de mi mochila y tomando con sutileza el arco que reposa en mi mano.

Ahora compartía mi agonía con una persona desconocida. La historia se repetía una vez más. Tenía que comenzar a amistad con él, sí quería que me ayudara a encontrar a Tom
Quiera confiar en él primero. Pero algo me impedía hacerlo. Era extraño.

Él se limitó a continuar el camino junto conmigo, esperando a que nada malo sucediese.

"Tom... Te encontraré"
pienso para mí misma

"Te lo prometo".