día 41

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-¡Vamos! - Le digo a Tom, quién asiente enseguida y ambos bajamos las escaleras de la casa hasta llegar a la parte de afuera de la gran multitud.
Nos unimos al chico, quién con un suspiro aliviado, comenzamos una matanza de zombies.

Por un segundo, sacamos muestras armas a tientas y concentrados en los caminantes que caminaban torpemente hacia nosotros, intentando huir de sus dientes amarillos y llenos de sangre color negro.

Luego más disparos se escucharon. Dilan, Maggie y un tal Jesus llegaron a nuestro rescate, y nos ayudaron con la gran manada.
Los cuerpos caían de golpe, sólidos y dejando un ruido fugaz que desaparecía con los gemidos ahogados de los caminantes.
Nuestros disparos también eran de gran ayuda. Solo de un cartucho acabábamos con una cantidad considerable de ellos. Despejamos las primeras cuadras de la calle entre nosotros.

Y de las esquinas salían el resto de personas que con sus armas dispersan a los caminantes para aligerar la carga. Todo ellos seguían con las ansias de poder devorarnos.

- hagamos grupos. - comenta Richard, mirando al nuevo trío de personas que se nos acercan.
Eran los tres nuevos miembros que aparecieron desde la esquina izquierda de la casa donde Dilan descansaba.

- ¿podemos ayudarlos? - pregunta el castaño, el hombre de apariencia de líder.

- tú. Philip, ve con Tom a la entrada principal, intenten matar a los grupos que se acerquen por el ruido y traten de poner las láminas en su lugar.
Maggie, ve con Dilan, mantengan a los chicos dentro de las casas y recluten a más. Esta manada no se vencerá con solo nosotros.
Jesus y ____(t/n) seguirán conmigo, hasta el final de la comunidad. Acabaremos con los sobrantes, mientras cubrimos las espaldas de los demás -. Un plan bien elaborado, para crearse en menos de un minuto. Sin duda Richard era el indicado como un líder. - ¡vayan! -
Todos obedecen las órdenes del chico de pinta de vaquero de los años sesenta.

- y nosotros - comenta el grupo de dos de los integrantes. Los nuevos, los Blake y Perkins

- vayan por afuera y acaben con los muertos por otro ángulo. Los guardias de las puertas les cubrirán -.

Corrimos por toda las calles hasta llegar al último pasillo y cuadra de la comunidad.
No era muy grande y teníamos una vista perfecta de los chicos.
Jesus y yo no éramos de lo más unidos, siempre permanecimos cayados cuando nos encontrábamos en las calles o por nuestras casas.

- tengan cuidado - comenta el hombre en cuestion a nosotros.

-igual - le responde Richard cortante. No por intención. Si no que ahora se enfrentaba a dos caminantes que corrieron al cuerpo de Richard.
Enseguida otra docena más de ellos aparecieron.
Me sobraban solamente dos cartuchos más con siete balas, catorce balas y las últimos tres que reposan dentro del metal de mi arma.

- iré por la izquierda - digo en voz alta a los hombres quienes asienten y comienzan a disparar por sección a la cabeza de los caminantes babosos que se aproximan.
Acabé buen con cuatro de ellos, de un solo Tiro. Los otros cuatro más, requerían de dos tiros hasta que actúan muertos.

Cargué el arma con otro cartucho, ahora solo me restaba uno y medio.
Las balas se nos terminan como las energías.
Cuando otra manada más apareció repentinamente.

- ¿de donde salieron tantos muertos? - se pregunta Jesus a los aires. Mientras damos un paso atrás. Observamos el panorama de muertos y seguimos.

-ire adelante, los demás deben necesitar ayuda - nadie dijo nada.

Corri por una de las esquinas de las casas.
Por mi camino, una familia apareció, corrieron solamente por el jardín de una casa cercana y entraron para perderse de la multitud de caminantes.
Seguí con mi recorrido, tratando de proteger a la gente de la comunidad.

- ¡Agáchate! - escuchó a mis espaldas. Y solo asiento a la orden. Me arrodille.
. - ¡andando! - repite el chico. Era Glenn quien me protegió de unos zombies.

Al llegar otra gran multitud me detuvo, era unos seis o siete caminantes.
Los acabé con las últimas balas que me quedaban.

Gire a mi derecha y ahí estaba Tom junto a ese Philip. Ellos espalda con espalda, disparando a los muertos como un dúo perfecto de asesinos en serie. Era como una película.
Corri hasta ellos quienes se enfrentaban a una manada de caminantes.
Con mi cuchillo, les clavaba una bocanada de muerte con el solo filo.
Corri hasta chocar con ellos.

- ¡¿que haces aquí?! - pregunta Tom en una tonalidad molesta.

- ¡vine a ayudar! - resongo aún con mi cuchillo en mano.

- ¡No es tiempo de peleas! ¡Podrán hacerlo cuando acabemos! - de pronto un ruido fuerte nos distrajo a todos.
Un fuerte y claro ruido impacto justo por nuestras espaldas. Era como si detonarán una bomba nuclear o algo peor.
Giramos un par de segundos. Visualice a Dilan por una fracción de segundo, no hasta que un caminante me tomara del brazo y aproximara sus dientes a una distancia considerable.
El miedo recorrió mi cuerpo al ver como sus dientes se volvían proximales a mí brazo. Mi cuchillo lo tenía justo en la mano del brazo en cuestión. Y un disparo de Philip fue suficiente para quitarme al caminante de encima.

Seguí con mi tarea hasta que ninguno saliera con vida.
Los caminantes formaron un conjunto perfecto de muerte y desolación. Los ruidos por fin se detuvieron, era como dejar de escuchar una música en un lugar cerrado. Nuestros oídos se agudizaron de una patada. Y todos nos vimos con todos.
Philip tenía la polera llena de sangre, Tom su rostro y brazos descubiertos tenían pedazos de viscosidad y órganos violáceos y negros que colgaban.
Yo tenía mi brazo tiritando por el miedo. Afortunadamente salí invicta sin ninguna mordida y rasguño. Solo la sangre que emana un olor fétido.

Se produjo un silencio interminable, solo las miradas eran las que conversaban una con la otra.

Hasta que el silencio se desmembró. Philip miraba aterrizado por la parte de afuera a su grupo, entre lágrimas y sollozos.

- Pero ...¿Que? ... - las palabras no salían del viejo hombre bohemio que corrió hacia las afueras.
Dilan estaba junto a ellos.

Un grito fuerte resonó en nosotros, Philip cargaba ahora el cuerpo de su hermano en sus brazos sudorosos.

La triste escena la presenciamos todos con horror y paralizados del sentimiento.
Era devastador ver a Philip llorar por su hermano.

En ese momento recordé a Tobias, a Gaby, a la señora Roberts, a Tom en todos mis sueños.
Entendía por completo lo que es perder a un hermano y el dolor por el que nuestro hombre estaba pasando.
Sentí como la mano de Tom se posaba sobre mi al verme de ese modo.

- yo se lo que se siente - me abrazó del cuerpo de Tom, soltando el llanto.

- a que te refieres - escuchó a Tom.
- solo... No me dejes por favor - las lágrimas de tom me sacaron de mis pensamientos.
Me estaba mirando con tristeza, sus ojos liberan lágrimas de manera fluida y sin determinación alguna.
Sus manos recorrieron mi rostro, y podía sentir como su alma se partía en dos.

-¡No! Porfavor no... - grita Tom. Todo era difícil de entender y explicar.

-pero... ¿Que?- dije en voz alta.

Cerré los ojos, por mi cabeza pasaban todos los recuerdos que tenía almacenados en mi memoria.
Tom y yo, en aquella casa donde tomamos un par de cervezas y chocolate. Mi hermana y yo, celebrando el primer día de cine.

Tobias y yo, en el bosque, intentando conseguir que diera en el blanco con mi arco.
("Lo haces bien ... Solo un poco de práctica" )

Acaso. Yo....

- ¿Estoy muerta?

tom hiddleston y tu : The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora