Nos quemamos, y no podemos evitar hacerlo, tu piel se funde con la mía, nos mezclamos entre las sábanas, nuestros cuerpos mojados, las yemas de los dedos recorriendo la piel, la respiración acelerada, nuestras miradas de deseo, y las bocas besándose, admitelo, tanto tú como yo nos deseamos, seamos fuego, ese que nadie logra apagar.