Marchas por la vida sin hacer ningún sonido, sí generar ningún desorden, solo me regalas tu sonrisa, la intriga me calcome, que será aquello que escondes, ¿A qué le tendrás miedo? ¿Porque en voz baja me dices tú nombre?, A veces siento que no puedo oírte, Es que estoy acostumbrada al ruido, a los estruendos, a vivir gritando, a no guardar nada. El es silencio y yo aquí, queriendo gritar a los cuatro vientos.