Me han echó mierda más de mil veces, prometieron quedarce y aún haci se fueron, me vieron entregarlo todo, y se rieron cuando puse mi corazón entre los dedos para entregarlo. Quise (te quise) como pocas veces lo he hecho, trate de aferrarme con fuerzas, pero tus tormentas me obligaron a irme. A veces odio tanto querer, pero más me odio yo, por hacerme daño a mi misma, por ilusionarme, por idealizar a las personas, por decepcionarme.