Ven, sé mi compañía, mi dolor, las ganas de vivir, o las ganas de arrojarlo todo, sé mi cura, o la herida sangrado, se la tersa piel, o el cuerpo desgarrado. No importa lo que suceda, si es contigo. Me e vuelto un loco, talvez un adicto. No puedo dejarte, porque sin ti, no puedo ser yo mismo. Puedo vivir sin tu precencia, pero no quiero hacerlo, porque nada sería igual, me volvería a encontrar solo, me invaderián el frío y la soledad. Me despojó, de todo lo que te lastime, del miedo -mi miedo- del orgullo -que muchas veces tiende a ganar en esta batalla-, del rencor y el pasado, de los recuerdos; solo te pido que vengas y te quedes a mi lado.