P2: Pequeño detalle.

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—Realmente no tienen que hacer esto…—murmuró Celina dejando encima de la mesa varios tenedores.

Luciana le sonrió antes de seguir avanzando en dirección a ella con varios platos de vidrio. Los dejó sobre la mesa y luego negó.—Ya te dije que no tienes por qué preocuparte por eso…además, fue idea de los chicos…—le recordó.

—Esta mañana cuando te conocí nunca pensé que estaba conociendo a una especie de ángel de la guarda que vendría para literalmente resolver mi vida…—comentó arrugando sus labios.

—No soy un ángel de la guarda…—respondió la pelinegra.—Y no estoy resolviendo tu vida…

—Bueno, Richard es tu amigo y  él quiere ayudarme…no hay modo de que él sepa de mí; a menos claro que  tú le hayas hablado de mi…—inquirió en medio de un largo suspiro.

—Richard tiene un gran corazón, Cheli… ¿Te puedo decir Cheli, cierto?—cuestionó haciéndola reír.

—¿Es en serio que me estás preguntando esto?—replicó. Luciana rio en voz baja.

—¿Tu mamá va a cenar con nosotros? —Celina negó de inmediato.

—Mamá no sale de la cama…—respondió y automáticamente una mueca de angustia se hizo presente en los labios de la chica.—No tocaste ningún tema delicado…—le dijo la muchacha.—Así que realmente no tienes por qué sentirte mal…me he acostumbrado…

—Dijiste que tenías un hermano.—comentó Luciana.—¿En dónde está…?

—Suele pasar las tardes enteras en la casa de su mejor amigo. Al principio no entendía porque hacía esto hasta que claro, comprendí que si el técnicamente huía de casa era porque estaba tratando de huir de la realidad…de nuestra realidad…—Le explicó.

—Bueno…las personas suelen tener diferentes maneras de lidiar con las cosas que les duelen…algunos se refugian en la música…otros se refugian en sus amistades…otros crean  historias y nuevos mundos. Y es válido.—inquirió encogiéndose de hombros.
—Supongo que si…—murmuró jugueteando con sus manos.—¿Te puedo hacer una pregunta…?

—Claro.

—¿De verdad crees que voy a poder fingir ser la esposa de Richard y que nadie se va a dar cuenta de eso?—cuestionó frunciendo sus labios.—soy muy mala diciendo mentiras, siempre tengo los nervios a flor de piel y creo que en cualquier momento las personas se podrían dar cuenta de que estoy mintiendo…—ella negó.

—Celi…Richard no va a dejarte sola en ningún momento.—le informó.—él sabe que su familia algunas veces puede llegar a ser un tanto especial pero creo que realmente no tienes por qué preocuparte…él va  cuidarte en todo momento…—agregó Luciana ofreciéndole una pequeña sonrisa.

—¿Cómo es que estás tan segura de eso?

—Porque es Richard y él es así…

Dos golpes en la puerta se hicieron presentes. Celina de se puso de pie rogándole mentalmente a Dios para que no fuese Maura porque si las cosas de por sí ya estaban bastante locas estaba completamente segura que tener a Maura ahí en ese momento no era lo que necesitaba.

Se puso de pie y cuando abrió una pequeña sonrisa se instaló en sus labios.—Hemos traído la cena…

(…)

—Yo sé que lo vas a hacer increíble…—comentó Richard atrayendo la atención de Celina. Ella se quedó quieta observándolo un momento.

—Me siento muy nerviosa y tengo que admitir que durante toda la cena me estuve cuestionando si en verdad esto fue una buena idea…—susurró afligida.
—Es decir, Erick y Luciana son increíblemente amables  y siento que tienen una fe ciega en mi pero…

—Yo te voy a cuidar en todo momento, Celina…—murmuró ofreciéndole una pequeña sonrisa para darle un poco de seguridad.—No tienes nada de qué preocuparte de ahora en adelante…de verdad…

—Richard…—susurró.

—¿Qué pasa…?

—¿Por cuánto tiempo va a durar esto?—cuestionó.—Es decir…el matrimonio…

Richard suspiró.—Un par de meses al menos…—murmuró apoyando sus brazos en el barandal de metal de la terraza del pasillo de los apartamentos donde su nuevo futura esposa vivía.—te queda un par de meses conmigo…después juntos pensamos en una buena excusa para solicitar el divorcio y decimos que no podemos seguir juntos porque tenemos intereses diferentes o algo parecido…—hizo una pausa.—en realidad creo que será mucho más fácil una vez que estemos juntos…

—¿De verdad lo crees?—preguntó la muchacha.

—Te prometo que todo va a salir muy bien.—respondió volviendo a mirarla.

SE BUSCA ESPOSA ¡URGENTE! (SSB #5)|RICHARD CAMACHO|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora