P13: Se busca esposa ¡urgente!

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—¿Cómo vas?—cuestionó Luciana tomando asiento junto a Richard. Los ojos marrones del muchacho se posaron en los de la novia de su mejor amigo y negó un poco.

—Es un poco desesperante que hayan pasado casi dos días y todo lo que me digan es que Celina está bien...y no me dejan verla porque el doctor dice que lo primordial es que ella esté tranquila...

—Bueno...pero al menos sabes que Gonzalo no te miente cuando dice que ella está bien y que se está recuperando...—murmuró dejando escapar el aire de sus pulmones de manera lenta.

—Pero quiero verla, quiero ver que de verdad ella está bien, quiero saber cómo está mi bebé...—Luciana negó débilmente.

—Ya vas a poder verla, Richard. Estoy muy segura de eso...

—Gracias por venir.—murmuró el muchacho. Luciana negó.

—Eres mi amigo y Celina también lo es así que no había manera de que yo no estuviese aquí.—respondió.—Y creo que deberías ir a tu casa a descansar un poco...

—No estoy cansado.—decidió de inmediato.

—Claro...—susurró.—Vamos, Richard. Ve a descansar un poco, de todas maneras Celina no se puede ir de aquí sin que tú firmes la autorización así que pierde el cuidado por eso...

—Es que siento que todo es culpa mía...—murmuró afligido.

—No es culpa tuya. No es culpa de nadie, de hecho.—hizo una pausa.—Celi había estado bajo mucha presión y estrés desde hacía mucho tiempo incluso antes de que tú aparecieras en su vida, lo que le pasó sólo fue el resultado de todo ese tiempo; su cuerpo en algún momento iba a resentirlo y ahora con el embarazo se hizo mucho más vulnerable así que no es tu culpa de ninguna manera...

—Richard...—la voz de Daniela llegó desde el fondo del pasillo. Los ojos del muchacho se posaron en ella automáticamente y una pequeña sonrisa apareció en los labios de la muchacha.—Celina quiere verte...

—¿En serio?—cuestionó poniéndose de pie.

—Si.—asintió.—Y creo que sería un momento perfecto para que te quedes con ella mientras Gonzalo y yo vamos a la cafetería del hospital...

—Claro.—musitó.—Lu...

—Ve con tu esposa, yo voy a esperar a Erick.—le indicó. Richard asintió de inmediato y se encaminó en dirección a Daniela.

El olor a antiséptico lo mareaba de alguna manera pero podía soportarlo por tal de verla. Habían pasado dos días en los que no se le había permitido verla y la echaba de menos. La había echado mucho de menos.

—Daniela...

—Está muy tranquila.—comenzó la chica.

—Gracias por quedarte con Celina, de verdad te lo agradezco desde lo más profundo de mi alma...—ella negó.

—No tienes nada que agradecerme, Richard. Celina es mi prima y ya pasamos demasiado tiempo alejadas la una de la otra así que...—negó.—Entra de una vez, está un poco desesperada por verte...

—¿De verdad? ¿O sólo lo estás diciendo porque estás tratando de hacerme sentir mejor?—cuestionó. Daniela rio en voz baja y negó divertida.

—No, lo digo en serio. Anda. Celina te espera...

—Gracias.—repitió de nueva cuenta.

Daniela siguió con su camino y el corazón de Richard se aceleró apenas se percató que estaba delante de la habitación de su esposa. Le parecía como una eternidad el tiempo que no la había visto, inspiró profundamente llenando de aire sus pulmones y colocó su mano en el pomo de la puerta dándose cuenta que no tenía el valor suficiente para abrirla.

SE BUSCA ESPOSA ¡URGENTE! (SSB #5)|RICHARD CAMACHO|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora