P7: Riesgos.

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Sonoma era completamente bello.

Celina no había podido despegar sus ojos de la ventanilla del avión completamente hipnotizada por el increíble paisaje que se extendía debajo de ellos. Las imponentes montañas flanqueando los viñedos le daba un toque completamente abrumador y único.  Le encantaba.

Lo que no le encantaba era la junta de socios en la que se encontraba en ese momento al lado de Richard. Además de que no entendía nada y estaba completamente aburrida: la mirada de la mujer que tenía delante de ella la incomodaba. Richard le dio un apretón en su mano y los ojos de la muchacha se posaron en él automáticamente.

—Entonces tienen muy poco de casados…—comentó la mujer una vez que los hombres dejaron de hablar de dinero.—son apenas unos niños…

—Tenemos muy poco de casados, sí. Y somos jóvenes pero si de algo estoy seguro es que de que esta bella señorita es la persona con la que quiero pasar el resto de mis días…—respondió Richard posando sus ojos en los grises de su esposa que lo observaba en silencio y automáticamente el corazón de Celina dejó de latir un momento. Richard se acercó hasta ella y dejó un pequeño beso sobre sus labios.

—Me gusta la pareja que hacen.—decidió la mujer de la cual Celina ya no recordaba el nombre.

—¿Por qué no vienen a cenar con nosotros el día de hoy?—propuso el hombre que no había dejado de hablar sobre inversiones y la bolsa de valores. Richard le sonrió un poco a su esposa.

—Entiendo que sean jóvenes y que lo último que necesitan unos recién casados es compartir tiempo con un par de viejos pero…

—Estaremos encantados de cenar con ustedes esta noche.—respondió Celina sorprendiéndolos a todo pero en especial a Richard.—¿cierto, amor?—añadió en dirección al rubio.

—Por supuesto que si.—hizo una pausa.

—Pero por el momento nos vamos porque tenemos cosas que hacer…envíeme por favor la hora y la dirección de donde tenemos que estar y los veremos esta noche…—prometió Richard estrechando la mano del hombre.

Empujó suavemente a Celina por la espalda para hacerla caminar y luego entrelazó su mano con la de la chica para conducirla fuera de la sala de juntas. Sintió una ligera corriente eléctrica hacerse presente en su cuerpo pero decidió ignorarla.

—¿Estás molesto conmigo porque acepte ir a cenar con ellos?—cuestionó la chica una vez que estuvieron dentro del auto. Richard se abrochó el cinturón de seguridad y suspiró.

—No.—respondió sin mirarla.

—Tengo la impresión de que sí…—comentó la muchacha en un hilo de voz.—Richard…

—No es que este molesto ni nada parecido…es sólo que  pensé que tal vez podría cenar con mi esposa en algún lugar lindo y no lo sé…disfrutar de una copa de vino, después de todo Sonoma es probablemente la ciudad del vino dentro de Estados Unidos…—le explicó.

El corazón de la chica tembló un momento, dejó escapar el aire de sus pulmones y negó un poco.—Soy una tonta…—susurró.—Lo lamento, de verdad…

Richard la miró finalmente y negó un poco.—No te preocupes, ya habrá más días para ir a cenar juntos…—musitó encogiéndose de hombros.—De todos modos vamos a estar aquí toda la semana…—Celina le sonrió débilmente y Richard bufó.—Dios mío, no hagas eso.—se quejó.

—¿Hacer que?—cuestionó confundida.

—¡Sonreír de esa manera!—replicó haciéndola reír.—Ni siquiera te das cuenta que lo haces pero te juro que provocas muchas cosas que…—se quedó en silencio y ella sonrió de nuevo.—sólo no lo hagas…

SE BUSCA ESPOSA ¡URGENTE! (SSB #5)|RICHARD CAMACHO|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora