P5: Adiós soltería.

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Dos semanas después...

Los ojos grises de Celina se quedaron estáticos en el maniquí frente a ella. Lo había observando demasiado tiempo por largas horas desde que había llegado a su casa esa misma mañana que ya tenía la sensación de que se estaba comenzando a desgastarse el bonito vestido que vestía el cuerpo de plástico.

El maniquí que portaba su vestido de novia.

Dejó escapar todo el aire que contenían sus pulmones y apartó la mirada finalmente sin ser capaz de controlar sus nervios. Sus manos y su cuerpo entero no podían dejar de temblar ligeramente y eso definitivamente no le ayudaba en nada. ¡Estaba a un día!

—¿Celina...?—cuestionó la voz de Gonzalo. Los ojos de la chica se posaron en él y automáticamente una pequeña sonrisa se instaló en sus labios mientras su hermano seguía observándola fijamente.

—¿Si...?—murmuró.

Los ojos de Gonzalo se quedaron estáticos en ella pero no emitió sonido alguno.—¿Estás nerviosa?—preguntó finalmente el muchacho apoyándose en el umbral de la puerta.—Ya sabes...porque mañana es tu boda y eso...—agregó y con esa simple frase los nervios de la chica se triplicaron de golpe.

—Yo creo que no existe una novia en el mundo que no se sienta nerviosa la noche anterior de su boda ¿no crees...?—Gonzalo rio.

—Nunca he sido una chica y tampoco me he casado así que...—bromeó encogiéndose de hombros. Ambos rieron en voz baja.—Espero que tu relación con Richard funcione y que sean felices...sólo por favor prométeme que vas a venir a visitarnos a mamá y a mi...—susurró sin dejar de mirarla.

—Gracias...y por supuesto que sí. Voy a venir a verlos muy seguido, todo el tiempo mejor dicho.—inquirió en un hilo de voz.—¿Todavía sigues pensando que Richard no te agrada...?—quiso saber.

Gonzalo rio.—Supongo que si...

—¡Gonzalo!—se quejó ella.

—Es divertido tener un cuñado a quién amedrentar ¿no crees...?—cuestionó graciosamente. Celina se quedó observándolo un momento y negó divertida.

Un par de golpes se hicieron presentes en la puerta de la casa. Se miraron el uno al otro y Gonzalo se encogió de hombros de inmediato dándole a entender que no tenía ni la más remota idea de quién se trataba.

Celina inspiró profundamente y se puso de pie para ir a atender la puerta, probablemente sería Maura y aunque regularmente odiaba la idea de tener a su vecina de visita; ese día adoraba un poco la idea siendo consciente que ahora que se mudara al departamento de Richard la iba a ver muy poco. Es mejor aferrarte a lo seguro, Celina; se dijo a sí misma y luego tiró de la manija de la puerta. Cuando abrió lo primero que vio fue el rostro Luciana y Mariela en compañía de otra chica que no conocía pero que sostenía un lindo bebé que le sonreían ampliamente; en sus manos sostenían bolsas del súper y ella no entendía nada.

—En contra de todas las razones que dijiste por las cuales no quisiste tener una despedida de soltera digna; y bueno...ignorándolas rotundamente hemos decidido venir a celebrar contigo tu última noche como una mujer soltera...—anunció Mariela sin dejar de sonreírle ansiosamente. Daba la impresión de que su rostro se había quedado congelado y que nunca más volvería a su estado natural.

—¿Qué?—apenas y dijo Celina.

—No te preocupes que sólo somos nosotras dos e Isidora la hermana de Erick con Thiago.—anunció señalando a la muchacha que sostenía un lindo bebé de ojos verdes.—Tú y obviamente tu mamá.—respondió Luciana encogiéndose de hombros.

SE BUSCA ESPOSA ¡URGENTE! (SSB #5)|RICHARD CAMACHO|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora