P3: Soltero clásico.

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—Él es mi padre.—anunció Richard colocando la fotografía encima de la mesa.

—Se parece mucho a ti.—comentó Celina sin despegar los ojos del rostro serio del hombre en la fotografía.

—Sólo físicamente porque te prometo que en todo lo demás somos como el agua y el aceite—respondió de inmediato.

—¿Tienen una mala relación?—cuestionó ella y un momento después se arrepintió apenas se percató de la mirada color marrón de Richard encima de ella.—No quise ser una metiche, lo lamento.—agregó de manera inmediato.

—No te preocupes.—murmuró él.—Y bueno; si vas a ser mi esposa entones tienes derecho a saber todo lo que quieras...—hizo una pasa.—Y pues bueno...mi relación con mi padre no es completamente mala pero tampoco es muy buena; digamos que es algo así como una relación ausente. Nos vemos de vez en cuando desde que me mudé a mi propio departamento pero te juro que esas pocas veces sólo discutimos por cualquier tontería...—le explicó. Celina se quedó en silencio un par de segundos y le ofreció una pequeña sonrisa.

—Debe ser un poco difícil...—comentó.

—Algo. Pero creo que la cosa más loca que se le ocurrió fue poner una estúpida cláusula para poder entregarme la dirección de la empresa...—agregó. La piel de la muchacha se estremeció y negó un poco.—aunque supongo que al final de cuentas algo bueno salió de eso...

—¿Algo bueno?—cuestionó confundida.

—Si.—suspiró.—tu mamá no va a volver a sufrir porque no tiene los medicamentos para su tratamiento...—el corazón de la muchacha se hizo un puño antes de partirse en miles de pedazos.

—Supongo que si...—susurró.

—Seguimos...—decidió Richard.—Esta es mi mamá...—anunció dejando una foto de su madre sobre la mesa.—Es una mujer muy dulce y seguramente cuando la conozcas va a adorarte...—las mejillas de Celina se calentaron de inmediato.

—¿En la cena de aniversario de tus padres?—Richard apartó la mirada de inmediato y dejó escapar el aire de sus pulmones de manera lenta.—Creo que si pensabas llevarme a conocer a tus padres a una fiesta al menos podrías habérmelo dicho...

—Lo olvidé...

—¿De verdad es posible olvidarse de algo así...?—preguntó en voz baja.—No es que esté reprochándote nada o algo parecido es sólo que me pareció un poco...importante el hecho de que no me dijeras nada...de hecho fueron Mariela y Luciana las que me lo dijeron...

—Será sólo la primera de la monumental cantidad de veces que asistiremos a ese tipo de eventos ¿sabes? Ahora que seas mi esposa quiero decir...—añadió cuando la mirada de Celina Piedret reflejó un atisbo de confusión.

—Eso suena raro...—susurró ella.—¿Te puedo hacer una pregunta...?

—La que quieras.—respondió.

—¿No se te hace un poco ruin mentirle tan descaradamente a toda la gente?—Richard se quedó en silencio observándola fijamente. Parecía tan abrumada que sintió su corazón encogerse dentro de su pecho.—Es decir...le mentimos a mi madre diciendo que teníamos varios meses de novios y que ahora pensábamos casarnos...se me hizo pedazos el corazón cuando vi la emoción en sus ojos...porque al final de cuentas es una mentira...—hizo una pausa dejando escapar el aire de sus pulmones de manera lenta.—Y no sólo eso...ahora también le vamos a mentir a tus padres y a toda tu familia...

—Es por una buena causa...—hilvanó el moreno frunciendo sus labios.—Celi...

—No estoy arrepintiéndome...es sólo que no soy tan buena mintiendo...cuando las personas me miran a los ojos más de dos segundos pueden darse cuenta que estoy diciendo mentiras y ni siquiera sé como demonios voy a hacer para hacer todo esto...

SE BUSCA ESPOSA ¡URGENTE! (SSB #5)|RICHARD CAMACHO|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora