Capítulo 41: Desvelando secretos.

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Me acerco al tocador que se alza ante mi vista. Visualizo la manera en la que distintas notas se encuentran pegadas en el espejo, las observo más de cerca para percatarme que son amenazas hacia mí. Compruebo mis sospechas de que son hojas de cuaderno color rosa con una media luna en la esquina.

- ¿Ada?- Pregunta Mike desde el otro lado del teléfono.

- La propietaria de las cartas es Dakota.- Aclaro cogiendo una hoja y leyéndola.

Más te vale irte Ada o sino habrá consecuencias

- ¿Estás segura?-

- Sí, son las mismas hojas que las otras cartas pero lo que no entiendo es una cosa, ¿por qué las escribió en masculino?-

- Tal vez para que no sospecharas de ella.-

En ese momento escucho el sonido de unos pasos a mi espalda.

- ¿Ada?-

Me giro y me encuentro con Dakota, se encuentra en el umbral de la puerta con los brazos cruzados.

Cuelgo la llamada y le enseño la hoja que sostengo en mi mano.

- ¿Qué es esto?- Pregunto.

Dakota mira la hoja y cuando sus ojos rotan a mí ya no tiene esa inocencia que tenían con anterioridad.

- Tú eras la que me estaba mandando cartas con amenazas.-

Dakota no me responde si no que mantiene contacto visual conmigo, una mirada fría que hace que un escalofrío recorra mi espina dorsal y me haga temblar ligeramente.

- ¿Por qué?- Pregunto aunque mi voz es un mero susurro.

- ¡¿Qué por qué?! Pues para empezar entraste en el instituto siendo doña perfecta, te uniste a nuestro grupo de amigos y te volviste el centro de atención, yo ya no les importaba sino la chica nueva. Me quitaste a George, llevo enamorada de él desde que nos conocimos y vas tú y le besas en tan solo unas semanas de conoceros, te odio-

Esas palabras cruzan mi pecho y me confunden.

- Eso no es verdad-

- Sí que lo es-

- Regan también entró nueva en el grupo además George pasó de mí a los dos días y empezó a ligar con Regan-

- Ella me cae bien, tú sin embargo no-

Noto como mi móvil vibra en mis vaqueros, pero lo ignoro por la confusión que siento.

- ¿Sabes lo que era para mí tener que ponerte una sonrisa cuando por dentro te odiaba ?-

Una lágrima resbala por mi mejilla, me la seco rápidamente y cojo mi mochila la cual descansa en la cama de Dakota con las del resto.

-Pero, ¿por qué decías que alguien moriría?-

La pregunto de espaldas a ella mientras me echo la mochila sobre el hombro.

-Porque quería que desaparecieras de mi vista.-

Me lo dice con tanta indiferencia y frialdad que casi da miedo escuchar esas palabras.

-Pero nadie ha muerto ni nadie morirá si te quedas aquí.-

Paso por su lado sin mediar palabra y salgo de la casa de Dakota mientras mi mente se convierte en un lío de incontrolables preguntas, solo deseo ir con Mike, dormirme y al despertar que todo lo ocurrido aquella noche sea un simple sueño.

Cojo mi móvil y en la pantalla aparecen dos llamadas perdidas de Mike, pulso su nombre mientras me encamino hacia el bosque.

- ¿Qué ha pasado?-

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