Capítulo 17: Primer día

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Me separo y  trago la saliva que asciende por mi garganta , todo mi cuerpo está petrificado en el suelo de madera de aquella habitación y me empiezo a poner más que nerviosa.

- Tengo que irme- Me dice y su cuerpo desciende por la ventana, me levanto, asomo la cabeza por ella, la cierro y sonrío al ver  a un lobo desvanecerse en el bosque en la penumbra de la noche. Todavía no concibo la idea de que nuestros labios hallan estado juntos aunque hubiera sido por escasos segundos, apoyo mi espalda contra la pared, escucho como la respiración se relaja poco a poco al igual que el latir de mi corazón.

Esa noche sueño con Mike, con esos precios ojos avellana, supongo que habíamos empezado una relación, ¿no?

Por la mañana me despierto por el estruendoso ruido de la alarma, después de prepararme bajo los escalones para descubrir que mi madre no se halla en la casa y no tardo mucho en desayunar y dirigirme al instituto. Ese día es una mañana soleada de invierno,  cuando cierro la puerta principal me saluda un Mike despreocupado, está apoyado en la farola de enfrente de mi casa, al principio me asusto al no esperarme hallarle allí, aunque sonrío de oreja a oreja y me acerco a él.

- Hola - Me saluda y me da un beso en los labios.

- Hola - Le respondo

- ¿Entonces estamos en una relación? - Añado lo que quería preguntarle desde el día anterior rompiendo el reconfortante silencio que se había instalado en todo lo que llevábamos de camino.

- ¿Tú quieres? - 

Hombre que si quiero, pienso.

- Sí y ¿tú? - 

- Es la primera vez que salgo con alguien así que no esperes que te de rosas ni esas cosas raras que hace la gente. - 

Me río, vamos caminando uno al lado del otro hablando sobre diversas cosas y entramos a clase de español, maldigo porque nuestro tranquilo paseo se halla visto interrumpido. Ese día nos toca presentar el trabajo , las manos que se hallan en ambos costados de mi cuerpo  se empiezan a bañar de sudor. 

-¿ Nerviosa? - Me susurra Mike.

- Un poco - Admito.

Nunca me ha gustado el hecho de realizar presentaciones, desde pequeña tengo aquello que denominan pánico escénico.

Aún mi cerebro no ha procesado los acontecimientos del último mes, estoy comenzando mi primera relación con aquel chico tan mal educado que conocí el primer día de clase que encima resulta ser un hombre lobo hecho que resulta de locos.

- Tylor, Scott vuestro turno - Dice el profesor.

Nos levantamos de nuestras respectivas sillas, rebusco en mi mochila y maldigo hacia mis adentros cuando encuentro el pendrive el cual extraigo. Me acerco lentamente hacia la parte delantera de la clase donde ya se encuentra Mike , respiro hondo y comienzo a pronunciar las palabras de la presentación sin tan siquiera prestar la más mera atención a lo que pronuncio e intentar durante la mayor cantidad de tiempo no mantener contacto visual alguno con el resto de mis compañeros. Después aquella clase paso el resto del día pensando en volver a ver a Mike.

En la hora de la comida rebusco en el alborotado comedor y no encuentro a Mike, me siento en su sitio y aguardo su llegada.

Cuando me encuentro mirando fijamente a mi tenedor como enrolla y desenrolla los espaguetis, alguien posa su bandeja en frente de mí.

- Hola- Me saluda Mike

- Hola- Le respondo

- ¿Qué tal las clases? - 

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