Capítulo 13

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Capítulo trece 

~Buzón de voz

—¡Ya se besaron, aleluya! — la voz de Uriel se escuchó por los parlantes luego de que An hubiese gritado la palabra "muah" tan alto que hizo que me separara de Erixander.

Sin siquiera medir mis acciones, tomé todas mis pertenencias y me adentré a la universidad. Las clases se pasaron a un ritmo considerable, con pocas asignaciones y con el momento del contacto de los labios de Erixander grabado con tinta permanente.

Me fue imposible no pensar en él, aunque eso no impidió que aportara algo en la clase, cosa que mantenía mis notas en Ases y Bes.

***

La semana pasó sin yo reunirme con Erixander, evitándolo el mismo día del beso. Saliendo por una de las otras puertas de la universidad, sin contestar sus mensajes, sin atender a sus llamadas y tratando de no encontrármelo en el trabajo. Sinceramente, no sabía que me estaba pasando, no es como si me estuviera proponiendo matrimonio. Solo fue un simple beso.

Pero no puedo, algo no me deja, algo me impide querer enfrentarlo. Era domingo. Libre.

Sabía que no estaba dando todo de mí en la semana, todo inició un día después del beso al entregar una asignación en la que debía darle publicidad a algo y el docente me hizo saber que eso le daba ganas de tirar todo a la basura. Lo siguiente fue en el trabajo, cuando estropee una cámara y un foco, cosa que no se me pudo ser perdonada y se me descontaría.

Todo iba de mal en peor, lo último acababa de pasar, había lanzado mi móvil después de que la alarma sonara. La pantalla tenía una línea desde la punta superior derecha hasta la inferior izquierda. Era bastante difícil ignorar la tremenda raja que tenía la pantalla. El día había iniciado mal, sin contar las 3 veces que estuve a punto de partirme la vida en la ducha.

Ya tenía ganas de llorar, de gritar que porqué esas cosas me pasaba a mi si yo simplemente no quiero hablar con una persona que se atrevió a besarme sin mi consentimiento, aunque no fuese desagradable.

Las lágrimas se acumularon en mis ojos, ocasionando que las derramara por el ardor que me causaban. Estrujé mis ojos tratando de calmar la molestia, cosa que no se iba a solucionar con mis bruscas acciones.

Sequé mis lágrimas con mi blusa y seguí comiendo el puré de papa. Me encontraba sola, mis padres habían salido al supermercado después de que en un arranque de ira le espetara que cuando pensaban llenar las alacenas. Me sentía mal, estuve la semana aguantando la molestia y simplemente la descargue en mi madre sin que ella hiciera nada. Sé que estuve mal y me propuse pedir perdón en cuanto ella llegara, cosa que no pasaría pronto según el mensaje que pude, a penas, leer en la pantalla de mi móvil. Mi padre me había escrito que iba a pasar el día con mi madre y que no hiciera de almorzar para ellos, cosas que me hizo sentirme aun peor. Llamé a los chicos para salir, pero ninguno estaba disponible, Lehia tampoco.

Me puse a hacer todos mis deberes, tanto de la casa como de la universidad, haciendo las asignaciones incluso para el viernes. Limpié la casa, arriba, tanto como abajo, limpiando ventanales, quitando polvo, esforzándome al máximo, tratando de hacer más tardío el encuentro con Erixander.

Sus mensajes y llamadas pararon luego dos días después de los hechos.

Teniendo un arranque de valentía, me dediqué a llamarle, pero me envía directamente al buzón ocasionando que mis ánimos decayeran aún más. Había jodido todo por miedo, por miedo sin razón. Solo fue un beso, ni siquiera me gustó, ni siquiera me gusta Erixander, eso es muy poco probable ¿cierto? Porque en el momento en que dije que me gustaba simplemente fue para que Uriel me dejara en paz, ¿cierto? Esa era la única razón.

Bajo el mismo Cielo⨇ (BEMC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora