Capitulo 48

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P.O.V Anastasia

Empiezo abrir mis ojos, inspecciono el lugar en donde me encuentro y puedo ver que se trata de mi habitación aquí en la cabaña, tenemos que escapar y rescatar a nuestro hijo, dice mi subconsciente, trato de levantarme pero me mareo provocando que vuelva a sentarme en la cama.

Me levanto despacio de la cama para no marearme, camino despacio hacia la ventana de mi cuarto la cual se encuentra con llave junto con un protector que aunque la pueda abrir no puedo salir por ahí, camino hacia la puerta de mi habitación trato de abrirla pero también se encuentra con seguro. Entonces no me queda de otra que empezar a gritar.

-SAQUENME DE AQUÍ! RAYMOND SE QUE ME ESCUCHAS, SÁCAME DE AQUÍ MALDITO MISERABLE! DONDE ESTÁ MI HIJO RAYMOND NO TIENES MANERA DE SALIR DE ESTA! SÁCAME DE AQUÍ! RAYMOND!- gritó golpeando la puerta, escucho como alguien se acerca después la puerta se abre dejándome ver al mismo gorila que me ataco por atrás.

-El señor le ordena hablar con usted- y sin permitirme decir más me toma del brazo casi haciéndome daño para dirigirme por el pasillo hacia las escaleras en donde bajamos para después dirigirnos hacia el comedor en donde se encuentra el ser más despreciable  e escoria del mundo, levanta la vista de su plato y al verme sonríe

-Ha mi querida hija acompáñame a cenar hace mucho tiempo que no lo hacemos como familia aunque falta tu madre aunque lastima que ya no se encuentra con nosotros- volteo a verlo ante lo último que dijo

-Qué le hiciste a mamá?- veo que no me responde al contrato sigue degustando la cena, le pego a la mesa haciéndolo sobresaltarse - QUÉ LE HICISTE A MI MADRE?! Contéstame!

-Pues que te puedo decir sufrió el mismo destino que Martina y que también sufrirá ese maldito bastarda que sólo ha provocado que estemos en esta situación- me levanto enfurecida acercándome amenazadoramente a él

-NI SE TE OCURRA SI QUIERA PONERLE UN MUGROSO DEDO A MI HIJO RAYMOND STEELE- se levanta repentinamente de la mesa golpeando la mesa y tirando la silla en donde estaba sentado provocándome miedo

-Mira niñita me colmas la paciencia, te di todo lo que me pediste cuando te quite a ese maldito bastardo, soporte tus malditas diferencias durante estos cuatro años pero ya es suficiente, deja de comportarte como una niña malcriada siendo hora de que me pagues todo lo que YO hice por ti para que tuvieras todo lo que tienes hasta ahora, MÍRATE TIENES EMPRESAS, DINERO, FAMA, PRESTIGIO pero lo arruinas con esas cursilerías del amor y la familia en eso te pareces a tu madre, en lo cursi.

-De que sirve tener todo lo que tú dices si seré como tú un hombre si corazón que daño a su familia que ni siquiera le importa esta, que es más que un...

-CÁLLATE- siento como me abofetea, tocó mi mejilla mirándolo - Hija y..yo es que me sacas de mis cabales pero entiéndelo esto lo hice por ti por nosotros piensa en las grandes cosas que puedes hacer si te casas con Jack Hyde

-QUEE!! Te has vuelto loco, Jack el editor que trabaja en Mi compañía si que haz perdido la cordura Raymond- me mira negando

-No mi querida hija piensa casándote con él podremos hacer grandes cosas porque él hará todo lo que yo le diga y cuando ya no nos sea útil nos desarenos de él- miro al hombre que alguna vez pensé ser como él exitoso pero a la vez entregado con su familia pero todo eso solo fue una máscara para cubrir quien realmente es.

-Solo quiero ver a mi hijo, en donde lo tienes?

-Vaya creo que solo te importa ese maldito bastardo pero esta Bien te concederé por última vez verlo sirve que así te despidas porque jamás lo volverás a ver, Héctor lleva a mi hija al cuarto del mocoso- el gorila que me trajo acata las órdenes de mi padre, me conduce por las  las escaleras pero en vez de tomar la dirección hacia mi habitación tomamos el pasillo a la izquierda hasta la última puerta.

El gorila se detiene en la puerta custodiada por otro hombre

-Abre- el hombre abre la puerta y veo a mi pequeño jugar con una mujer joven, entramos

-Tu afuera- le dice el gorila a la joven quien al pasar a lado mío me ofrece una cálida sonrisa.

Escucho el click de la puerta cerrándose para correr hacia mi pequeño Teddy, siento como si corriera en cámara lenta hasta tener a mi pequeño en brazos lo cual él corresponde; beso su cabecita

-Juró que jamás te volverán a separar de mi, mi vida- susurró mientras tengo a mi hijo entre mis brazos, mis mejillas se bañan ante las lagrimas que salen de mis ojos.

Me separo de mi pequeño para ver que se encuentre bien

-Estás bien mi amor ese hombre no te hizo nada?- mi pequeño me mira con aquellos ojos tan azules como los míos tan solo niega pero no habla.

Lo abrazo más fuerte al escuchar varios disparos que provienen de afuera; La puerta de la habitación es abierta de un golpe entrando el mismo hombre que me trajo hasta aquí seguido por Raymond.

El gorila toma del brazo a mi pequeño para apartarlo de mi lado pero lucho contra su fuerza.

-NO LO TOQUES- grito furiosa protegiendo a mi pequeño como una leona protegiendo a su cachorro

-Tenemos que irnos Anastasia, YA- grita Raymond asiendo que mi pequeño se sobresalté,niego -Deja a ese bastardo tenemos que irnos.

-Señor nos tienen rodeados- Raymond dice algo entre dientes, saca un arma que no había visto que traía

-Bien entonces si no es por las buenas será por las malas querida hija, LEVÁNTATE Y SUÉLTALO O LO MATO- grita, lo miro

-Por favor Raymond no cometas una locura, Se que mi padre el hombre que admiraba se encuentra todavía ahí por favor déjanos ir a mi y a mi hijo, te lo ruego- Raymond niega pero antes de que conteste se empiezan a escuchar una serie de disparos provenir de afuera

-SEÑORA HAY QUE IRNOS YA, ESTÁN ATACANDO A NUESTROS HOMBRES

-QUE ESPERAS TOMA AL NIÑO- le grita Raymond al hombre calvo, mientras que a mí me toma del brazo con fuerza

-Vamos que esperas Anastasia- mientras salimos de la habitación agachados para evitar las balas, bajamos las escaleras para caminar hasta la puerta que conecta la cochera.

Raymond abre la puerta de la camioneta

-Sube Anastasia- niego llorando-QUE TE SUBAS MALDITA SEA- me toma fuerte del brazo lo que me provoca un dolor agudo para hacerme entrar al coche pero antes de que me pueda subir escucho esa voz

-ALTO!...

Unidos al destino (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora