capitulo 26

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Todos se encontraban afuera de la cabaña, unos estaban llorando y otros rezando por la vida de la Miko y señora del oeste, algunos otros estaban con la limpieza del pueblo o ayudando a los heridos o simplemente buscando algo para hacer de comer.

Dentro de la cabaña se encontraba un Sesshomaru destrozado. En su mente solo estaba la muerte de su hija y para complicar las cosas su mujer estaba muriendo, él lo sabía, los mensajeros de la muerte estaban cada vez más cerca pero ella no quería ser ayudada.

Tenerla entre sus brazos era de las mejores cosas pero su cuerpo estaba cada vez más frio y ella no aceptaba su sangre para recuperarse. Mi Kagome, por que no te dejas curar. Eran las palabras que pensaba a cada rato y a causa de eso se sentía impotente.

Kagome estaba temblando cada vez más pero ella merecía morir o al menos eso es lo único que pensaba ella.

Al tratar de alejarse de Sesshomaru él no se lo permitió, no, no quería dejarla y perderla. Él no podría soportar perderla a ella también.

―Sesshoo…― escucho que lo nombraba, pero no quería dejar que ella se separar de él.

― ¿Que pasa mi señora? ―

¿Su señora? . ¿Él no está molesto o enojado por lo que paso me… paso? ―Perdóname… ― logro a decir para después toser y la sangre saliera de su boca manchando el ahori que ella tenía puesto y pertenecía a su señor.

El rostro del joven lord se angustio más al ver la sangre salir de la boca de su mujer. ―Tu, no tienes de que pedir perdón, no fue tu culpa. ― Pero el enojo de lo que sucedió momentos antes de llegar lo descontrolaron. ― Yo soy quien debería de pedirte perdón a ti. ―

―Por… por…. que… lo… lo dices? ― pregunto temblando de frio ella.

―Por haber tardado en llegar y no poder salvarte de lo que ese desgraciado te hizo. ―

―Sesshooo. ― decía cerrando los ojos poco a poco.

―No, mujer no puedes irte y dejarme solo! ― Le exigía pero ella solo quería dormir.

―No, lo siento solo quiero dormir. Te amo!. ― decía cerrando los ojos.

―No, mujer tú no te puedes ir y dejarme. No me puedes dejar. Sin ti no vale la pena vivir. KAGOME, MI KAGOME. TE AMO! ― gritaba pero ella no decía ya nada.

De pronto la oscuridad le llego también al Lord del Oeste cayendo inconsciente a un lado de su señora.

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Takeru estaba cerca del árbol sagrado, su mente y alma estaban destrozadas, la única persona que le interesaba y había logrado enamorarlo ya no existía.

―Porque la vida siempre me hace esas cosas! ― Dijo gritando y aventando todo lo que tenía a la mano. ―Es acaso que nunca voy a ser feliz! ― con ayuda de su espada dio una estocada al aire lanzando un gran despliegue de energía.

―Que es lo que te pasa hijo? ― Respondió un angustiado padre al ver la cantidad de energía liberada.

―Padre! ― respondió el joven corriendo hasta su padre y llorar en su hombro. ― Como es que le hiciste para seguir adelante después de que madre muriera? ―

de regreso alpasado en buscando un nuevo amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora