Capítulo 23

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Vamos todos juntos en el coche, Marie, su madre, el chofer de Alexander y yo, una  vez le dije a Tony la dirección de mi casa puso el coche en marcha y nosotras empezamos a platicar acerca de la vida en la ciudad.

-¿y allí la gente no se casa y no tienen bebes?-pregunta Marie con emoción, según lo que me contó en las manada es fundamental encontrar una mate y tener crias.

- si, normalmente la mayoría de las personas tienen relaciones normales, no buscan casarse tan pronto conocen a alguien que les guste, mucho menos tener hijos, eso es algo para lo que tomamos mucho tiempo en meditar, eso no es algo que se toma a la ligera- realmente jamas me había planteado la idea de casarme ni tener bebes tan pronto.

-¿pero entonces como son las relaciones si no son asi?- Marie me mira con asombro.

-bueno en realidad eres libre de hacer lo que quieras, si no te apetece tener pareja pues te quedas toda la vida soltera solo teniendo diversión con quien quieras, nadie se tiene por que meter en tu vida amorosa, claro que hay personas que opinan mal acerca de eso pero pues es tu vida, haces lo que quieras con ella, claro que existen otro tipo de personas que les encantaría encontrar al amor de su vida casarse y tener mil bebes, sabes eso del felices para siempre- bajo la mirada revisando las llaves de casa, de pronto recuerdo lo que encontré en el despacho de Alex, quisiera no pensar que es un obsesivo, quisiera no hacerlo pero como no pensarlo con todo lo que vi.

- ¿y tu?¿de que lado estas?- buena pregunta.

-bueno, antes de conocer a Alexander usaba una aplicación para conocer personas, me sentía demasiado sola, veía como todo el mundo tenia pareja y se sentían bien, mientras yo ni amigos tenía, pero el matrimono no es algo en lo que crea demasiado, y soy extremadamente joven como para pensar en bebes, primero tendría que encontrar a la persona correcta para criarlos- ambas mujeres voltean sus cabezas para mirarme fijamente, hasta el chofer me mira por el retrovisor ¿acaso dije algo malo?

-¿y el alpha? Se supone que usted es nuestra luna para gobernar y engendrar a nuestro heredero-la madre de Marie parece preocupada por lo que dije.

-yo solo lo siento mucho por que ustedes crean eso, el alpha es alguien que atrae mucho y por supuesto que pone mi mundo de cabeza pero no creo ser quien ustedes buscan, no estoy lista para esto, tengo mucho miedo de esto-

-señorita, el alpha no se equivoca a la hora de encontrar a su mujer, es el ser mas poderoso existente, otra cosa es que usted en su condición de humana no esté acostumbrada y aun no crea en muchas de nuestras costumbres- nos interrumpe Tony que va conduciendo-bien creo que llegamos-detiene el coche y desactiva el seguro de las puertas.

Al salir del coche veo mi casa, se siente como si jamás me hubiese ido, me pregunto si nadie de aquí se habrá preguntado el por que de mi desaparición, mi casa sigue con las ventanas cerradas y las cortinas ocultando lo que hay adentro.

-¿usted vive aquí?-dice Marie.

- si ¿Qué pasa?- le contesto al ver su rostro de horror.

-es solo que es un lugar modesto como para la mate del alpha- oh gracias Marie por decir eso de mi hogar, y como es que ella no puede pensar algo asi cuando toda la vida ha estado rodeada del lujoso y exagerado estilo de vida de la familia de Alexander.

-por favor esperame aquí- desde la muerte de mis padres he respetado esta casa con toda mi alma, es como mi guarida donde puedo ocultar el dolor que me causó la tragedia, jamas he traido a nadie aquí, y no pienso permitir que alguien entre, bueno al parecer Alexander lo hizo sin mi consentimiento y eso me hierve la sangre.

Me acerco hasta llegar a la puerta de la entrada meto la llave en la cerradura, la giro y la puerta se abre, hogar dulce hogar, el olor a pasado, soledad y tristeza hace orgullosamente su presencia, trato de ignorar todo el dolor que me causa mi vacía casa, subo las escaleras corriendo hacia mi modesta habitación, encontrando todo tal cual lo dejé, mi teléfono está sobre mi cama, lo tomo entre mis manos, quiero ver los mensajes que debo tener pero ya se le acabó la batería y nisiquiera prende, decido ir al baño a recoger alguna de mis cosas ya que no creo que Alexander me permita volver aquí, elijo una mochila y empaco mi desodrante, cepillo de dientes y todos mis implementos de aseo personal.

Todo iba perfectamente, hasta que tomando mi botella de shampoo escucho como la madera vieja del piso sueña, no estoy sola, rápidamente salgo a la habitación encontrándome con una mujer rubia de ojos grises viendo uno de mis portarretratos, su rostro es familiar, ¡no puede ser! Es la mujer que arrancó mi collar en medio de la fiesta, perra.

-que hermosa familia- dice con su tono de voz agudo e insoportable-lastima que de esa plaga asquerosa quedaras tu-es una perra, mis ganas de tirarme sobre ella y arrancarle esas extensiones que tiene por cabello son enormes, solo trato de tranquilizarme pensando en que es una mujer lobo y debe tener mil veces mas fuerzas que yo.

-vete-le digo reprimiendo las ganas de escupirle en la cara.

-vaya, esa es la mujer delicada y con modales que la manada aclama tanto, ya veo lo mugrienta que eres-tira el porta retratos al suelo rompiendo el vidrio en el.

-¡no!-corro hacia el recogiendo la foto- ¿que viniste a hacer?-le miro con mis ojos llenos de lagrimas mas de odio que de dolor.

-solo venía a recordarte que el alpha solo está jugando contigo niña-la postiza camina por toda la habitación mirando con asco cada una de mis cosas-el se cansa muy rápido de las mujeres, solo eres un capricho suyo-termina riéndose de mi-tengo una pregunta para ti ¿sabes donde estuvo la noche en la que llegaste a la mansión, sabes con quien estuvo?- me regala una enorme carcajada mientras saca sus garras de loba frente a mi.

-¡Helena!-escucho la voz de Alexander llamándome desde el primer piso, escucho como sube corriendo las escaleras, que buen momento para aparecer.

- que pesar, tu protector llegó a salvarte asquerosa humana- la rubia abre la ventana y sale huyendo de aquí.

Alexander abre la puerta encontrándome aun sentada en el suelo con los vidrios rotos de mi porta retratos y la foto de mis padres entre mis manos, mis ojos siguen llenos de lagrimas y el pánico es evidente en mi rostro.

-¿estas bien pequeña?- me toma en brazos y me saca de allí.

Es un alivio verle solo me aferro a sus brazos llorando en su pecho, cierro los ojos tan fuerte que las lagrimas salen con rapidez,mojo su camiseta de lagrimas llenas de dolor, ha llegado en el momento perfecto a salvarme, sus brazos se sienten como una zona segura un lugar donde puedo perder todos mis sentidos sin preocuparme de cualquier riesgo, tengo claro que sin importar lo que pase  el cuida de mi.







La chica de la foto es la que aparece en la habitación de Helena :)

Decidí publicar este capitulo pronto, debido a que vi demasiado apoyo a la historia además de que muchos la están agregando a sus listas de lectura, no se si han notado que casi todos los viernes les estoy publicando, así que creo que podemos dejar ese día a la semana para publicar, ¿les parece? 

Quisiera saber también de que parte son, me da muchísima curiosidad saber de donde me leen.

No tienen idea de lo agradecida que estoy con todos por que les guste y apoyen tanto la novela, procuraré ser puntual con todos los capítulos, tal vez de vez en cuando les salga con sorpresas como la de hoy, publicar dos capítulos o mas a la semana.

¡Gracias!

A.C

El Alpha De BrookhillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora