Colder than the ice

Cap. 23 (Cap. 4 Temp. 2) ¿Qué hago aquí?

The Ice Is Broken

Cap. 4

*Narra _____*

No se si he abierto mis ojos, porque todo está demasiado oscuro, y hay luces danzantes como cuando apagas un foco de repente y pestañeas continuamente.

Suena un ruido extraño, pero conocido: alguien está levantando una persiana, y la luz de la luna entra por la ventana.

Parpadeo un par de veces. Suelto un gemido de dolor: estoy toda moreteada, y algunas partes de mi cuerpo -la pocas que hay en mi corto campo de vista- tienen sangre seca, pero obviamente no hay heridas.

Vuelvo a pestañear: la luz se filtra poco a poco ante mi. Tengo el cuerpo recargado en una cama. La habitación está iluminada por la pálida luz de luna que entra por la ventana, que está demasiado grande. Las paredes tienen aspecto viejo y gastado. Vuelvo a gemir de dolor.

Un "tic" se escucha. La luz surge desde un foco en una de las paredes enfrente de mi. De repente, la figura de alguien se materializa frente a mi. Miro a todos lados y siento que no puedo respirar. El pánico entra en mi como agua atravesando algodón.

-¿Hola? -La voz es masculina, aunque está fuera del almacenamiento de mi memoria. Suelto un ruido extraño en un intento por respirar. La figura se acerca a mi lentamente, como vacilando- ¿Hola? -Repite.

Cuando entra en el círculo de luz, logro ver su cara. Es un chico joven de piel pálida. Tiene cabello castaño y una cara realmente hermosa. Tiene unos perfectos ojos avellanados y un camino de lunares en el cuello.

Pero me asusta. No él en sí, sino la falta de luz, de personas, lo que pasó antes de encontrarme aquí... alto. ¿Cómo llegué aquí?

Otra vez trato de evitar que el miedo no me domine, aunque, de nuevo, no me funciona. Respiro agitadamente, pero tengo la respiración entre cortada.

-¡¿Quién eres?! -Le grito, soltando todo el aire que había almacenado.

-Sh... -Me apacigua- Tranquila. No te aré daño. Te protegeré.

Agacho la mirada, y cuando la vuelvo a subir, el chico está arrodillado junto a la cama.

-¿Quién eres? -Vuelvo a decir con menos fuerza.

El chico hace un mal gesto, como frustrado.

- Te voy a proteger -Repite- . Debes de calmarte. Descansa un poco, mañana hablaremos.

- ¡No! -Le grito, más asustada que molesta- ¿Qué hago aquí? ¿Dónde estamos?

El chico se da media vuelta, dándome la espalda. Giro un poco la cabeza.

Me levanto a como puedo, uso velocidad vampírica, y lo tomo de la espalda. Lo miro a los ojos, mientras repito:

- Explícame qué hago aquí.

Él solo aparta la vista y mira al suelo. Luego sonríe como si me acabara de derrotar. Regresa la vista a mi cara.

- _____, ni te molestes en hipnotizarme, querida -Me toma de los hombros, me hace que de media vuelta y me empuja sobre la cama, con una fuerza sobrenatural- . Creo que ya oíste. Duérmete.

- Al menos dime qué rayos era esa cosa -Le ruego- . La que me atacó.

El voltea y me sonríe maliciosamente.

- ¿Cuál? ¿Uno de estos? -La luz se apaga, dejando a la luna como única iluminación. De repente, un par de figuras aparecen detrás de él. Son idénticas a la que vi.

Me agarra el pánico.

- Tranquila. No te harán daño. Sólo aparecen en la oscuridad. Duérmete y será de día -Se da media vuelta, y desaparece por una puerta, y el par de monstruos literalmente se esfuman.