📚Cerró el libro con fuerza.
"Amor: Sentimiento de vivo afecto y atracción hacia una persona o cosa".
Suspiró y volvió a inhalar profundamente, permitiendo que una nube de polvo milenaria —y quién sabe cuántos gérmenes—, le inundara los pulmones y le secara la garganta.
Subió los dos escalones que lo separaban de la sección "Palabras y juegos", admirando las decadentes portadas y los títulos que el tiempo había borrado a su paso, y extendió su brazo para volver a dejarlo donde lo había encontrado, en una de las extensas estanterías de la biblioteca de Grace Field.
Con esto, solo había logrado quedar más confundido que antes.
La biblioteca era enorme. Haciendo un par de cálculos mentales, podía suponerse que ocupaba casi la mitad de la planta del ultimo piso, pero aquello era incomprobable; cada vez que Ray pensaba que la había recorrido por completo, encontraba lugares nuevos para explorar. Parecía tener un intrincado sistema de laberintos de estantes, que partían desde el suelo de sus zapatos hasta los altos azulejos, y que creaban una ilusión de un túnel infinito cuando caminabas por los pasillos. Se dividía en diversas secciones categorizadas por su temática, cuyos libros estaban ordenados orgullosamente de manera alfabética, y tenía dos pisos, a los que llegabas trepando por escaleras acaracoladas y asfixiantemente pequeñas, que se balanceaban peligrosamente con cada paso. Casi no tenía luz y, en el medio de la sala, habían dos grandes mesas circulares con lámparas de colores cálidos y sillas redondas que, para estar cómodo, te obligaban a sentarte recto. Era una maravilla arquitectónica en si misma, aunque hubiera poca gente que la apreciara como tal.
Pero allí estaba él.
Volvió a caminar hacia su sección favorita y agarró otro libro al azar, asegurándose de recordar el lugar donde lo había sacado, e intentando distraer sus pensamientos.
Era el único en todo Grace Field que se atrevía a poner un pie en ese lugar.
La biblioteca estaba custodiada por Krone, una mujer robusta y altísima, de una tez tan oscura como las estanterías, que tenía un carácter amoroso como una madre y severo como un soldado —lo que probablemente le había ganado el puesto de vicedirectora de colegio—. Era estricta y ordenada, y siseaba a cualquiera que doblara tan solo una página de sus preciados libros: cargaba sobre la espalda varios títulos universitarios, y daba clases a alumnos de tercero y segundo año, a parte de ser profesora de artes marciales y defensa personal fuera de la escuela. Por supuesto, como la imaginación adolescente no descansaba, también era el centro de muchos misterios y rumores: por ejemplo, se decía por los pasillos que los libros de Grace Field contenían información muy importante, secreta, y que ella era una enviada del gobierno para impedir que esa información terminara en malas manos. Otras fuentes afirmaban que era una multimillonaria enloquecida que financiaba la institución a cambio de información sobre los alumnos. Otras, que era una infiltrada que buscaba tomar control de todo y todos, y que había comenzado por la biblioteca.
Más tarde, se enterarían de que quizá esos cotilleos no estaban completamente alejados de la realidad... pero, de todas formas, nadie entraba allí para comprobarlo.
Krone era lo suficientemente aterradora sin necesidad de rumores.
Mientras que a otros estudiantes les daba miedo estar allí —era oscuro, hacía mas frío adentro que afuera, Krone los observaba a cada momento con ojos de depredadora y cada paso que daban resonaba en toda la sala de manera fantasmal—, el silencio que gobernaba el lugar, la soledad, el conocimiento coleccionado, y el aroma a libro viejo, le proporcionaban a Ray una variedad de ventajas que no tenía en ningún otro lado. Allí podía estudiar, terminar sus tareas, leer y, lo más importante, estar solo. Dejar a su cabeza descansar. A pesar de los libros rotos, viejos, y las telarañas del tamaño de su palma que lo saludaban cada vez que sacaba un ejemplar de las repisas, la biblioteca de la escuela era y sería siempre su lugar favorito en el mundo, porque era el único lugar que lo hacía sentirse en paz.
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Ruthless
FanfictionA los ojos de todos quienes la rodean, Grace Field no es más que otra institución igual a las demás: pulcra, oxidada, un poco altanera y vieja como ninguna otra en todo Japón. Tenía los mismos aparentes planes de estudio, las mismas rejas azules fin...