El nuevo vecino

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Stiles observaba desde su ventana como aquellos hombres descargaban cosas de un enorme camión de color blanco, muebles, cajas y más cajas, su padre no estaba en casa, ¿Cómo serian sus nuevos vecinos? ¿Tendrían un gato? Stiles ama los gatos, no había gran cosa que le proporcionara información sobre sus vecinos, todo Lucía completamente neutral, muebles de madera cómodos, colores maderosos, ¿Al menos tenían hijos?, No entendía nada, su brazo izquierdo había comenzado a hormiguear ante el peso de su cabeza, no tenía planeado pasar su viernes por la tarde de aquella manera, incluso en casa de Scott se divertía un poco más, sin embargo su padre lo había castigado durante una semana por haber destruido su lámpara favorita, todo fue culpa de Derek, estaban jugando a las luchas (claramente Stiles estaba en desventaja), por accidente pateo la mesita que sostenía la lámpara y está se rompió en muchos pedazos.

Observó la hora en su reloj, las cuatro de la tarde, no había sol y el aire tenía una pizca de frío, adoraba los días así, podía tomarse la libertad de comprar malvaviscos y tomar chocolate caliente a lado de Scott o Derek, sin embargo Scott estaba ocupado trabajando como camillero auxiliar en el hospital de Beacon Hills y Derek... bueno, él iba y venía sin decirle a nadie, era extraño, su amigo ocasionalmente lo visitaba, generalmente se veían dos o tres veces por semana, a Stiles no le interesaba saber que ocurría con Derek, después de todo él tenía derecho a guardar secretos.

El castaño podía ver un auto de color verde acercándose desde el lado derecho de la calle, el color de ese vehículo le pareció maravilloso, ligeramente brillante pero no lo suficiente para ser chillón, el auto avanzaba cada vez más despacio hasta terminar deteniéndose frente a la casa recién comprada, sus nuevos vecinos habían llegado a la casa, prestó mucho atención al vehículo, primero se bajó una mujer de cabello negro y piel blanca, bonita como ninguna, usando un vestido celeste y un chal que cubría la parte superior de sus hombros, esa mujer irradiaba una sensación de calidez, le recordaba a su propia madre, el segundo en bajarse fue un hombre alto, barba y cabello castaño, con unas gafaa cuadradas, vestía un suéter de azul marino  junto con un pantalón negro, su aspecto a simple vista era el de un hombre muy inteligente, demasiado preocupado por adquirir todo el conocimiento posible.

El tercero en bajarse fue quién llamó su atención, un chico, quizás de su misma edad, cabello negro como la noche y una piel blanca como la de su madre, ese chico realmente era guapo, Stiles solo tuvo que verlo una vez para poder apreciar su belleza, vestía demasiado elegante, Stiles debía admitir que ese chico tenía mucho estilo, usando un conjunto sofisticado, pantalones grises y una camisa blanca cubierta por un saco del mismo color, nunca había conocido a alguien que el gris le quedará tan bien como a él, Stiles siguió observando, el chico camino por el pequeño camino de piedras hacia el pórtico de la casa, cuando estuvo a centímetros de subir el primer escalón el chico se detuvo, volteo y se percató de que lo estaban observando, Stiles sintió vergüenza al ser descubierto espiando, saludo al chico con un poco de nerviosismo y este le sonrió al mismo tiempo que lo saludaba, eso había salido muy bien.

—Quizas podamos ser amigos — mencionó el castaño en voz baja, se alejó de la ventana y continuó con su trabajo de ciencias, si iba a quedarse todo el día en casa, al menos podría terminar el trabajo de investigación que debe entregarse dentro de tres semanas.

Su Smartphone comenzó a sonar y Stiles resopló, había retomado su concentración, busco el dispositivo, su molestia disminuyó al leer el nombre "Derek".

—Alguien decide dar señales de vida después de tres días — respondió Stiles volviéndose a sentar en la silla giratoria.

—Lo siento, estuve haciendo reparaciones en la vieja mansión — un martilleo de fondo confirmaba su respuesta.

—¿Por qué llamaste? — preguntó Stiles sin darle mayor importancia.

—Bueno, estare libre dentro de un rato, ¿Quieres qué vayamos al cine o por unas hamburguesas? — Stiles sonrió ante esa propuesta, Derek lo conocía tan bien, ambas cosas sonaban muy tentadoras.

La Tragedia De Derek Y Stiles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora