Asco, esa palabra sentía que podía definirlo por completo, pasaba mucho tiempo mirándose al espejo, siempre se encontraba defectos, podía odiarse y quererse de a mentira, pero su padre nunca caía en el engaño, no recuerda cuando empezó este ciclo pero si recuerda los motivos, se vistió con una sudadera muy holgada y de negro carbón, el padre del castaño lo esperaba en la sala dispuesto a llevarlo a clases, últimamente tenia mucho tiempo libre pero Stiles no se creyó el cuento de que estaba en periodo de descanso, había invadido la red de la comisaría y ahí se enteró del despido de su padre por fallar en la búsqueda de una chica de nombre Malia Tate, no obstante el Stilinski mayor siempre tenía esa actitud positiva y el instinto protector de un lobo; se habían retrasado con el pago del mes en el centro especial al que acudía y tuvo que abandonarlo, su padre no estaba de acuerdo con ello, pero pudo mentir lo suficientemente bien para que lo dejara pasar, prometió mantener su rutina aunque no tuviera gente a su control.
—La patrulla está en el taller, te llevaré en el jeep — el castaño no iba a oponerse a su padre si este deseaba mentirle, a veces eso los mantenía en paz.
Subieron al vehículo y no dijeron nada en todo el camino, el castaño iba sumergido en su atmosfera con musica bonita y un caramelo en la boca, los odiaba, pero a su padre le daba una cosa menos de que preocuparse. Scott estaba llamándole pero lo rechazó, no tenía ánimos para explicarle porque lo dejó a mitad de la cita, tampoco era un tema que quisiera discutir en presencia de su padre.
—Pasaré por ti a la hora de la salida, cualquier cosa me llamas — el hombre abrazaba con fuerza a su hijo — te veo en unas horas.
—Te quiero papá — respondió el chico con una sonrisa.
—¡Stiles! ¡tu almuerzo! — gritó el hombre tan pronto el adolescente se alejó del vehículo.
El castaño maldijo, no estaba tan lejos como para pretender que no escuchó el llamado de su padre, regresó al vehículo con una sonrisa forzada y tomó la bolsa de papel grasiento.
—Hice tu favorito, por favor come — el castaño asintió enérgico y luego se marchó a toda velocidad hacía el instituto.
Prefirió evitar su casillero tan pronto vio a Derek Hale, desgraciadamente eran vecinos de taquilla y eso no era nada cómodo considerando que atormentar a Stiles era el pasatiempo favorito de Hale, caminó directamente al salón de literatura y no se preocupó por recibir algún tipo de reprimenda por parte de la profesora, haría equipo con Scott; lo único bueno de ese centro al que acudía era que no tenía que asistir a la preparatoria Beacon Hills ya que cuentan con maestros particulares, pero el precio es muy elevado para permitirse volver ahí.
Se sentó al final del salón donde nadie pudiera verlo, se hundió en el asiento y rogó que la profesora no le llamara la atención por llegar unos minutos tarde, Scott le sonrió y el castaño solo se limitó a ponerse la capucha de la sudadera, no haber asistido a clases parecía ser la idea más sensata.
—Ahora vayan a la página 62 de su libro, hoy vamos a ver los tiempos en la literatura moderna, Stilinski comience a leer el primer párrafo — el castaño tragó y trató de esconderse de la vista de sus compañeros.
—Lo estamos esperando — repitió la profesora con sorna.
—He olvidado el libro en casa — respondió apenas audible.
—Es la tercera vez esta semana, no solo llega tarde sino que no tiene ningún interés en tomar la clase, se quedará después de clases a escribir un ensayo sobre la importancia de la responsabilidad.
—El castaño se encogió en el asiento — lo entiendo señorita Blake — respondió con un susurro.
—Yo puedo compartir libro con él — respondió el chico McCall — no tengo problema.
—Nada de conversaciones — el latino asintió enérgico y se apresuró a juntar su banca con la del castaño.
La profesora se concentró en la clase y los dos adolescentes en el fondo parecían menos interesados en su explicación, Stiles estaba fingiendo que leía al contrario de Scott quien no paraba de nombrarlo en voz baja.
—Stiles — susurró por cuarta vez — háblame.
—Dijo que no debíamos conversar — susurró.
Lo sé, pero necesito saber qué te pasó ayer, te fuiste de la nada y no respondiste ningún mensaje ni llamada.
—Tuve una emergencia, lo lamento — respondió el castaño un tanto irritado — se me olvidó contestar.
—Eso es una mentira, no eres bueno para mentir — acusó el moreno — creí que yo te gustaba.
—Scott, no es el lugar ni el momento para hablar de esto — susurró el chico de lunares.
—¿Fue algo qué dije? — insistió — ¿a caso olía mal?
—No es eso, yo, no lo entenderías aunque te lo explique — respondió Stiles cansado de la insistencia del latino — deja el tema… Por favor.
—Entonces explícame, pero no me ignores — el chico no era el más listo del corral.
…
Tan pronto acabó la clase se apresuró a marcharse del salón, la insistencia y perseverancia de McCall le estaba haciendo doler la cabeza, su estomago también se quejaba pero ese era tema de otra mesa, llegó a la cafetería, tenía que reunirse con su amiga Lydia y pedirle consejos para quitarse de encima a Scott.
Su optimismo se acabó al toparse con la imagen de Derek en la fila del almuerzo, quiso dar la vuelta y regresar por donde vino pero los amigos de Hale le impidieron huir.
—Mira nada más a quien tenemos aquí Derek — respondió Isaac Lahey a modo de burla — ¿ibas a algún lado Stiles?
—Olvide algo… En el salón — respondió con nerviosismo ante el agarre del rubio.
—La perrita Stilinski, me preguntaba si te vería hoy — respondió el pelinegro — ¿ te has estado escondiendo de mi?
—No no, nada de eso — respondió con la voz temblorosa.
—A mi me parece que si — respondió Derek con una sonrisa intimidante — sujétenlo.
El castaño se removió asustado al sentir como Isaac y Jackson le sujetaban de ambos brazos y le impedían escapar, esto era diferente y el castaño podía intuirlo, el pelinegro era técnicamente intocable, nadie se atrevía a plantarle cara y mucho menos ahora que su padre había sido nombrado el nuevo sheriff de Beacon (desgraciadamente Stiles también se enteró de ello), forcejeaba con los chicos pero estos lo tenían bien sujetado.
—Cállate, solo queremos jugar contigo — respondió Derek colocando una mano en la boca del castaño.
Hale sacó una navaja del interior de su chaqueta y la colocó sobre la piel del rostro de Stiles, este tembló y comenzó a chillar ante el arma punzocortante.
—Derek guarda eso, si nos ven vas a meternos en problemas — respondió Jackson.
—Stiles nos guardará el secreto, ¿verdad Stiles? — el castaño chilló y trato de soltarse del agarre — sujétenlo bien.
Derek le sonrió y sin dudarlo comenzó a rajar la tela de la sudadera sin importarle que estaban en la cafetería de la escuela a la vista de todos, el castaño comenzó a chillar más fuerte y a moverse con mayor desesperación. Derek sonreía y seguía rasgando la tela mientras los presentes miraban la escena con impotencia, los amigos del pelinegro reían ante el sufrimiento del castaño, el moreno terminó de cortar la tela y le arrancó la sudadera con rapidez.
Los chicos soltaron al castaño arrojándolo al piso con fuerza, la risa de los 3 comenzaron a perder fuerza al ver a Stiles, este no podía contener su llanto, estaba expuesto, sintiéndose débil y frágil, los adolescentes observaban horrorizados la escena, Derek palideció al ver a Stiles, su piel pálida de un tono casi gris, sus huesos parecían estar cubiertos con solo una capa de piel, sus brazos estaban llenos de cicatrices, era una imagen difícil de digerir, el castaño no paraba de llorar, se sentía sucio, avergonzado de que lo vieran así.
Lydia no tardó en aparecer, corrió a auxiliar al castaño sacándolo de la cafetería lo más rápido posible, ella como todos los presentes estaba completamente sorprendida, nadie tenía idea de que el castaño padecía anorexia, la chica conocía un poco del tema y podía asegurar que el castaño estaba en la ultima fase, parecía muy frágil y a punto de desmayarse, se apresuró a contactar al padre de Stiles, le contó lo sucedido, el castaño trataba de cubrirse con la chaqueta de la pelirroja, se sentía impotente y asqueado de ser visto así, con rabia de dejar que Derek lo humillara, ¿qué podía hacer?, estaba destrozado y cansado de toda la mierda.
—Tu padre estará aquí en 10 minutos, aguanta Stiles — susurró la chica acariciando su espalda — todo va a estar bien.
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La Tragedia De Derek Y Stiles.
Hayran KurguColección de cuentos Sterek, no es una historia que siga una trama como tal, el contenido puede variar pero los cuentos se pueden tratar de temas diferentes. Algunos cuentos pueden tener contenido subido de tono lo cual desde un principio se adviert...