El roze de nuestros labios

66 7 2
                                    

Lo que me hizo caer en esas fantasías fueron estás palabras
-¿Quieres ser mi novio?
                 Si o no
Para mí no significaban solo palabras, en ese instante esas 7 palabras eran mi universo, mi universo escrito por ella, como debía ser. Inmediatamente le respondí marcando el SI, un sí que nunca debió dejar de existir;  y enviando la carta con la misma persona que la trajo, quería verla, tenerla a mi lado, decirle lo mucho que la quiero, decirle que no quiero que se vaya, sentir su olor, abrazarla; todo eso quería; pero la noche no dió para más, feliz por lo que había pasado y un tanto mal por no poderla  ver después de eso, me acosté a dormir, soñando que te tenía a mi lado, y siendo el hombre más feliz del mundo.

Nos veíamos todos los días, hablando por horas, jugando, siendo quien éramos, aveces hasta la mejor amiga de ella se la pasaba con nosotros; no quería salir de ese mundo, no quería que eso nunca acabara. En ese tiempo fuimos al parque varias veces, y le agarre la mano, una mano que no quería soltar, una mano que me daba tranquilidad, una mano que debería estar al lado mío ahora mismo.

Bajando del parque, pasamos a la casa de una amiga de ella, pensé que todo iba a ser normal, nos encontramos hablando una de tantas conversaciones que teníamos pendientes, nunca antes la había tenido tan cerca, ver esos ojos de tan cerca, me hacía feliz, ver esa boquita que me llamaba a gritos, y pensar "debes de hacerlo" aunque si quería, algo no me dejaba, los nervios, la pena no se, lo importante fue que me acerque lentamente, deseando rozar nuestros labios, cada vez más cerca, sintiendo su aroma, hasta que sucedió, rozamos nuestros labios por muy poquito tiempo, un instante que significó el inicio de muchos besos aunque esto no fue un beso, que significó aquel roze que nunca quería dejar de sentir, todo era perfecto, nos queríamos como nadie quiere a nadie, era único, eres única.

No tenía palabras para describir lo que sentía, no quería dejar de sentirlo, ni dejar de tenerla, ni dejar que se fuera, cada vez que la veía suspiraba por ella como si fuera la primera vez que la viera, estaba enamorado, por primera vez en mi vida realmente enamorado; ella continuamente pasaba por al frente de mi casa, la veía subir, bajar, pasar, correr, era tan perfecta que me perdía en ella, cada detalle de ella me hacia suspirar. Sali a esperar que bajara, y verla de cerca, ella lo noto y bajando me dió un pequeño detalle, para mí significaba tanto, recibir un dulce de ella (¿Te acuerdas que dulce era? porque yo sí), esa mujer se había robado mi corazón, no me imaginaba sin ella, quería pasar toda mi vida con ella, aún quiero.

Llego el 24 de diciembre de 2015, eran la mejores vacaciones del mundo y todo estaba por mejorar, no había nada que parará nuestro inmenso amor, no había barrera alguna para ser quién somos; empezo el día, había alegría pues es un día muy especial para todos, o al menos para mí lo era, ya dadas las 6 de la tarde decidí ponerme la ropa nueva, esperando que fueran las 8 y encontrarme con mis amigos, pero más importante encontrarme con ella; al verla me derreti, no podría creer que esa mujer tan hermosa fuera mi novia; nos sentamos junto a todos mis amigos, y todo iba normal, aunque a su lado nada es normal, pasaron las 9, las 10, las 11 y nada podía ser mejor que estar sentando a tu lado o eso creía; faltaban 10 para las 12 cuando fui a mi casa a pasar la navidad junto con mi familia, dieron las 12 todos felices pero yo solo quería tenerte a mi lado, felicité a todos y rápidamente me fui para dónde estaba ella, y me dijo "te mereces algo".

Ya lo tenía todo a mi lado, no sabía que podría mejorar ese momento, pero mejoro, a las 12:05 AM del 25 de diciembre, todo mejoro, ella me besó, un beso largo, con sabor a felicidad, aunque yo tenía experiencia lo disfruté como a nada en el mundo; nada reflejaba más el amor verdadero que ese instante.

A nadie le dije que teníamos el récord del mundo en querernos.

Y una tarde decidí no volver a pensarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora