La esperanza al final del tunel

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Pero, ¿Por qué no arriesgarme?, Si la vida se trata de arriesgarse, tal vez salga bien o no pero hay que arriesgarse, en ese instante me regresé para aquel lugar y le pregunte al celador, si la niña que estaba allí venía muy seguido y con una cara de seguridad afirmó:
Si, ella viene cada fin de semana.
Mi suerte está cambiando - pensé
Me despedí y con una sonrisa de oreja a oreja me fui, con esa linda expresión llegué a mi casa, con el anhelo que fuera fin de semana, solo para verla y poder acercarme a ella, la hermosa Claudia.

En la semana no ocurrió nada transcendente, pues nada brillaba más que la mirada de ella y la idea de verla nuevamente, y tenerla tan pero tan cerca; rápido se me pasaron los días, en un abrir y cerrar de ojos ya era domingo; estaba alistándome para ir a aquel sitio, preparándome para ver a la niña que se robó mi mirada. Llegando al sitio no dejaba de pensar en ella aunque con nervios.

Ya estaba allí y no la veía por ningún lado, no paraba de mirar de Norte a sur para intentar verla, pero nada, nada de nadaaaa, no la encontraba por ningún lado; espere un par de horas, con la esperanza de verla, pero nada; cabiz bajo me retiraba del lugar sin emociones ni pensamientos, pero un rayo de luz llegó a mi vida, la ví llegando, inmediatamente disimulé y me devolvi a mi sitio, esperando que ella se acomodara en algún lugar, atento a lo que iba a hacer. La ví acomodarse y dejé pasar algunos minutos para no parecer un desesperado y me acerque casi temblando pero lo disimulé muy bien y le dije:
Hola, lo que pasa es que a un amigo le pareciste linda y pues el te quisiera escribir, claro para conocerce.
Claro, dame tu celular - contesto ella con una sonrisa coqueta
Inmediate se lo entregue, ella puso el número y me lo dió;
Gracias- dije alejándome. Ahora que lo pienso esa idea fue rara, ya que ese día me encontraba solo.

Ya en mi casa, con el número de Claudia, y con ganas de escribirle, me pregunta cómo le iba a explicar que yo era el que quería su número. Arriesgando me una vez más, le escribí un "Hola" Y con el mismo "hola" me respondió, me tocó explicarle que era yo quien quería su número, porque quería conocerla, y ese fue el principio de una amistad o tal vez algo más. Rápidamente le dije que nos deberíamos de ver en otro lugar, sin prisa alguna me dijo que si, que no había problema que ella podia el viernes, que la acompañará a entrenar,  y yo negandome xd acepte, a quien engaño? Deseaba verlaaaaa, pero de una vez.

Esta vez no fue como antes, se me hizo infinito hasta el viernes, los días pasaban tan lento que parecían semanas eternas, pero aún así estaba ansioso por aquel dia y cuestionado por lo que podía pasar. ¿La vida me sonreía otra vez?, ¿El amor me brindaba nuevamente una ayuda? Me estaba enamorando solo pensé.

Y una tarde decidí no volver a pensarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora