Quería amar nuevamente; al llegar el viernes nos encontramos en un cancha, la verdad es que yo no sabía que ponerme, así que me vestí con un jean y un buso; al verla estaba más linda que antes, con aquel uniforme de entrenar; me estaba enamorando y tenía miedo.
Empezamos una conversación sin fin, preguntándonos cosas muy comunes, la edad, que hacía, el nombre, todo muy común, hasta que empezamos hablar sobre los antiguos amores, yo le conté lo que me había pasado y que había quedado muy dolido, en ese momento comenzó a preguntar acerca de lo que pensaba yo de las parejas homosexuales y le dije que normal que las apoyaba pero nunca tendría alguna, y con disimulo sonrió.
Al interior mío estaba preguntándome porque me preguntó eso y cuestionando me si había respondido bien; cuando sin aviso alguno me dice;
Yo tuve dos relaciones súper largas una de dos años con un niño y otra de 3 años con una niña. "Es bi" pensé.El entrenamiento ya había empezado pero ella seguía ahí, hablando conmigo, la conversación se tornó atractiva y fuimos a temas muy sentimentales, ella hablaba y hablaba mientras yo la miraba con una cara de idiotez pues quedada perdido en su mirada y en el mover de sus labios; mientras tanto yo me las ingeniaba para abrazarla y lo único que se me ocurrió, era lo que todos hacían
Está haciendo frío - exclamé con un bostezo
Uy si - respondió ella
No espere más y puse mi brazo en su hombro, abrazándola; estando en el lugar de mis sueños, por fin la tenía ahí, tan cerquita, podía sentirla; no sé cómo o porque pero acostó su cabeza en mi pecho y consecuentemente la abraze más, no se cómo llegamos a ese punto pero no quería que se acabará jamás, sentía una paz, tranquilidad y amor; seguíamos hablando yo no paraba de ver esa cara, el mover de esos labios que posiblemente llevarán al paraíso y que quería sentir.Sin darnos cuenta pasaron un para de horas y seguíamos allí hablando, tal vez estaban tan entretenidos que perdimos la noción del tiempo, volví a sentir esa sensación que extrañaba, no era tan fuerte como antes pero al menos podía sentir algo así.
Llego la hora de despedirnos , sin antes decirle que la había pasado muy bien, y ojalá nos viéramos nuevamente, que no importa dónde fuera, ella asentó y se fue. Nuevamente estaba ilusionado por un amor, lo mío es amar y no tener miedo a lo que pueda pasar, perdemos más por el miedo que por intentar.