Episodio 4: Traición, encuentros y huidas

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Ante los asombrados ojos de Natsu surgió del desierto la cabeza del dragón.

- ¡Primero, tráeme la lámpara! - dijo Acnologia ansioso - ¡Después, el tesoro será tuyo!

- Para no tener ningún valor - pensó Natsu - está muy interesado en esa lámpara.

<<Ten cuidado>> le dijo una vez Lucy <<No todo lo que se ve es lo que parece>>

No tenia ni idea de que quería decir, ni tampoco por que lo había recordado en ese momento, pero estaba seguro de que debía ser importante.

Natsu se acercó a la entrada de la cueva con mucho cuidado.

- ¿Quién molesta mi sueño? - tronó la voz de la cueva.

- Eh..., esto..., - tartamudeo el Exceed.

- ¡Soy yo! - le interrumpió su compañero - ¡El incombustible e inmejorable... Natsu!

- ¡Pasa, Natsu! - respondió la voz.

Acnologia vio cómo Natsu y Happy entraban en la cueva y desaparecían en la oscuridad.

Natsu y Happy fueron bajando escalón tras escalón tras escalón alumbrados por el resplandor sobrenatural de la cueva.

- ¡Oh! ¿Es que no se acabará nunca esta cueva? - Natsu empezaba a impacientarse - ¡Tengo hambre!

- No debe faltar mucho - le intentó tranquilizar Happy - ¡Mira, allí la luz es mas intensa!

Siguieron bajando y bajando hasta llegar a una inmensa sala que guardaba una montaña de tesoros.

- ¡Con un solo puñado de esto sería mas rico que el sultán! - exclamó Natsu - Pero sigo sin ver comida...

- Si hubiera alguna antorcha... - algo llamó la atención de Happy.

Rápidamente se lanzó hacia un rubí reluciente.

- ¡Con esto podré comprar mucho pescado!

- ¡No, Happy! - le advirtió Natsu - ¡No deberíamos tocar nada hasta que encontremos esa dichosa lámpara!

De repente, Natsu y Happy descubrieron una alfombra maravillosamente bordada que les miraba a hurtadillas tras un montón de monedas de oro.

- ¡Vaya! - rió Natsu -. ¡Una alfombra mágica!

- Tal vez ella sepa dónde podemos encontrar la lámpara. - comentó alegremente Happy

La alfombra mágica condujo a Natsu hasta otra sala, y el chico vio la lámpara encima de un altar inmenso.

Natsu subió corriendo por la escalera de piedra, pero cuando estaba a punto de coger la lámpara, Happy no pudo resistir la tentación y agarró una joya de las manos de un ídolo.

- Como brilla...

La tierra comenzó a temblar. Y entonces se oyó la voz de la cueva:

- ¡Happy ha tocado el tesoro prohibido! ¡No volveréis a ver la luz del día!

El altar empezó a derrumbarse bajo los pies de Natsu. Cogió la lámpara, bajó la tambaleante escalera y saltó sobre la alfombra.

El suelo de la gruta se estaba convirtiendo en lava derretida, Happy se había dañado un ala y no podía volar, corría peligro de morir. Natsu le agarró de la cola y le subió a la alfombra. Mientras la cueva se derrumbaba, la alfombra llevó a Natsu y a Happy hacía la entrada. Allí les esperaba Acnologia.

- ¡Acnologia! - gritó Natsu agarrado a los bordes de la cueva. - ¡Como no nos ayudes te vas a enterar!

- ¡La lámpara! ¡Dame la lámpara! - gritó Acnologia arrancándosela de las manos.

Natsu y la lámpara maravillosa (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora