Capítulo 4

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Lauren:

Ahora me dirigía con el resto de los zombies, a la cafetería, quería MÍ. JODIDO. DESAYUNO. Cuando llegué, ya no quería un café y un sándwich, quería la mandíbula de Dinah en mi puño, ¡suéltala joder! Odio a Dinah ya todo ese grupito, arg, Camila vete de ahí, te dará la peste...

- ¡MELÓN! -Volteé hacia la voz de Nick, mi otro mejor amigo, se abalanzó hacia el último plato de melón, idiota.

- ¡Quiero matar a Dinah! -Susurré cuando ya estábamos en la mesa ingiriendo nuestro desayuno, observaba atento cada movimiento de Dinah hacia Camila.

- ¿¡TE GUSTA LA NUEVA!? -Gritó a todo pulmón, ese, mi mejor amigo, el que pronto le faltará un testículo.

Todos, absolutamente, TODOS. Voltearon a ver, incluso la mesa de Dinah, quien sostenía a Camila entre sus brazos, acunándola, ¡mierda! No faltaron los 'Desviada', o los 'Lo entiendo, ¡has visto el culo de la nueva!'. Noté como Camila estaba jodidamente incómoda con la situación, tomó sus libros, junto a su mochila y se fue, los murmullos se incrementaron a su paso, le mandé una mirada asesina a Nick antes salir detrás de ella.

He estado buscando a Camila, en... ¡TODA LA ESCUELA! ¿Dónde estar...? ¡La biblioteca! Ew, yo... yo no entro allí, ah mierda. Quiero hablar con ella, y en horas de clases no está la momia que tienen como bibliotecaria.

Empujé las pesadas puertas de roble, y el lugar, sí era enorme, comencé a buscarla, primero por los ordenadores, nada. Sección de terror, nada. Sección de historia, nada. Clásicos, nada. Romance, nada. Ficción, nada. Joder, ¿hay una sección erótica?

¿Quién diría que encontraría un lugar para mí en la biblioteca?

Caminé hasta allí.

- ¿Podemos hablar? -Le pregunté, no estaba leyendo nada, tan solo estaba sentada en el suelo, mirando a la nada, sus ojos marrones se veían negros, ¿qué le pasaba?

- Adelante... -susurró con la voz apagada.

- ¿Qué te sucede? No has entrado a dos clases, eso no es de Camila Cabello. -Dije observándola, su perfil era perfecto, ella lo era. -No creí que te gustara el sexo en los libros...

- No, no me gusta. -Respondió tosca-, y si no fueras tan idiota, te darías cuenta que no los estoy leyendo, además, respondiendo a tus primeras preguntas... no quiero verte la cara... ¿Tan difícil era decirle a tu amigo 'No, no me gusta la idiota de Camila'? -Dijo parándose tomando sus cosas para salir, pero agarre su mano y la obligué a sentarse de nuevo.

- Mierda, no. -Alzó una ceja, no había entendido a qué venía eso, tampoco yo-. ¿Por qué te pusiste así? Y para que te sientas más tranquila, sí, hay algo de ti, que...

Me interrumpió sin dejarme terminar. - ¡Hay algo! No soy yo, lo que pueda tener, te aseguro que otra persona lo puede tener junto a muchas cosas más, y quizás él o ella sea aún más para ti, solo... solo a mí no me jodas. No quiero tener problemas yo... -Mientras hablaba sus delgados labios se movían en coordinación de sus palabras, no resistí y junté mis labios con los suyos.

Noté como su cuerpo se tensaba, estaba estática, igual yo. No pasó mucho para que yo tomara la iniciativa y comencé a mover mis labios que seguían en los suyos, se relajó y sus pequeñas manos subieron a mi cuello, comenzó a jugar con mi pelo correspondiéndome el beso.

¿Puede una persona volverse adicto a los besos de otra en tan poco tiempo? Joder, maldita Camila, soy una adicta a ti y aún no eres completamente mía.

Lentamente, mis frías y cautelosas manos se colaron como unas ninjas bajo la ropa de Camila, su suave piel contra mis ásperas manos, era una sensación nueva, siquiera una chica que se cuidara la piel más que a su madre tenía la suavidad que Camila poseía, mis manos reposaban en sus caderas desnudas bajo sus prendas, quería tocarla, oh joder que sí quería.

En Busca De La Sumisa Perfecta [Camren AU] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora