Ellos son completamente diferentes y jamás compartieron una relación normal, aún asi hasta los últimos momentos juntos entregaron todo por nada.
Portada hecha por: Liberty editoral.
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Despierto con un sabor amargo en la punta de la lengua, corro hacia el baño y vomito lo poco que comí ayer. Me quedo sentado en el baño hasta que dejo de sentir el sabor agrio en mi boca, bajo la palanca del retrete y me enjuago la boca.
Cuando salgo del baño Fernanda se encuentra ahí parada viéndome con preocupación antes de que diga algo me adelanto: —Estoy bien, solo se me revolvió el estomago.
—No parece que lo estés—afirma—Tu desayuno esta servido.
—No tenías que hacerlo—digo mientras camino a la mesa.
—Déjate ayudar—dice con voz apagada.
—Es lo que trato de hacer.
Me paro al ver lo que esta servido en el plato.
—Yo no comeré eso—anuncio mientras hago una mueca de asco.
—Si lo comerás, si no lo haces no te daré la buena noticia que tengo para ti—amenaza.
—Eso es chantaje—digo con el ceño fruncido.
—Come—manda con burla.
Me quejo mentalmente y me siento viendo con mas asco el plato lleno de verduras verdes cocidas.
—Esto debería ser ilegal—murmuro.
—Deja de quejarte, cuando te mejores me lo agradecerás—dice con gracia.
Me quedo callado y comienzo a comer haciendo caras de asco, Fernanda se burla mientras se sirve pancakes con tocino.
—Eso no es justo—digo sin poder evitarlo.
—Lo siento, el que esta enfermo eres tu.
Le hago una mala cara y ella me ignora mientras se devora sus pancakes, intento acabarme las verduras pero es muy difícil cuando no me gustan. Ya que termino de comer me quedo esperando a Fernanda para que me diga eso tan importante que hizo que comiera verduras. Ya que termina ella me mira y yo le hago una señal para que hable.
—Recuerdas lo que paso antes de que te desmayaras—cuestiona nerviosa.
—Si—respondo—Pero eso que tiene que ver?
—Los dos ganamos el concurso y vamos a publicar un libro con nuestros poemas—dice luego de pararse animadamente.
Sin evitarlo, me levanto de mi asiento y corro a abrazarla, empezamos a saltar como niños pequeños que consiguieron dulces y un Flashback me hace parar de reír.
Una niña se encuentra observando el parque con tristeza y mi yo de 10 años se acerca a ella: —No te causa felicidad venir al parque?—pregunto confundido.
—Si pero no te das cuenta que esta en medio del caos, la gente no es feliz—dice con un puchero.
—Algunos si lo son, yo tengo a mi familia conmigo y mi mamá siempre dice que la felicidad siempre llega, aunque a veces se tarde—digo mirando sus ojos verdes, ella me sonríe y me abraza.
—Gracias Harry por ser mi primer amor y mi mejor amigo.
