Capitulo 7
No eres tu...es él.Alan me ve con el ceño fruncido luego de que mi mano estampa contra su rostro haciendo un sonido ahogado entre nosotros,las personas a nuestro alrededor están ajenas a lo que sucede.
-Es por él,¿cierto?- Su pregunta fue lanzada con tanto asco que me dolió.
- Alan...él no tiene nada que ver. De hecho entre nosotros no tiene que haber un algo, al fin y al cabo somos familia.- Le digo viendo hacia mis pies,evitando que vea mis ojos cristalizados. Su mano fue a parar a mis mejillas apretujandolas,mientras mi espalda pegaba nuevamente de la pared. Volteó mi rostro hacia la izquierda mientras el suyo se dirigía al hueco entre mi cuello y hombro. Cerré mis ojos por miedo a lo que fuera a pasar, no había visto a Alan tan ebrio desde que lo conozco,el podía ser dos años menor que yo,pero me llevaba al menos dos cabezas de mi metro cincuenta.
-¿Que mierda tiene él que no tenga yo?- su pregunta hace que me ponga alerta,su aliento a alcohol me produce náuseas creando que los vellos de mi nuca se erizen,pero no de una buena manera.
-No se de que mierda estás hablando Alan,estás ebrio.- Su respuesta fue reír y apretujar mas mis mejillas entre su mano,mi rostro dolía.
-Sabes perfectamente de lo que hablo Anne leigh.-Un sollozo escapa de mi labios y aproveche su momento de descuido cuando se percató que me estaba haciendo daño para pegarle en la ingle y escapar rápidamente de donde se encontraba. Al salir de la casa me encontraba con las mejillas húmedas por las lágrimas,busqué entre las personas alguien familiar y que le tuviera un poco de confianza que no me dejara sola mientras Alan estaba de la manera en que estaba. Visualice a Becker en una esquina con una chica platicando,mientras ésta le acariciaba el brazo y ascendía hasta su cuello para finalizar acariciando su cabello. Me quedé unos segundos mirando la escena para ver que sucedía hasta que me dio náuseas todo, al parecer Becker se dio cuenta de mi presencia pero yo me movía hacia una de las bancas un poco lejos de la casa,en dirección a la cancha. Estaba llegando a dicho destino hasta que siento que me agarran del brazo para voltearme y por miedo de que fuera Alan a alguien más pegué un grito y un golpe fue a parar en el rostro de Becker.
-Anne...¡Ouch! eso duele.- dice quejándose,pero se calla hasta que ve mi rostro- Anne ¿Que sucede bonita?- su cara de preocupación me afligió y mis ojos se cristalizaron. Su cara se endureció.- Anne,contestame. ¿Que te hicieron?- Fije mi vista a otro lugar menos a su rostro,mientras sentía como lágrimas calientes corrían por mi cara. Me sentía malditamente débil,mordi mi labio inferior y vi al suelo.- Dios, Anne. Estoy a punto de matar a cualquiera que te haya puesto un dedo encima.
Y ahí fue cuando me di cuenta lo serio que hablaba. No quería que le hiciera daño a Alan, no quería llegar dando explicaciones otra vez, ese es el problema de ser la mayor. Becker agarró mis piernas y me subió como a un costal de papas en su hombro y se encaminó hacia los baños que están cerca de la piscina.
-Becker,bajame- le digo en un bajo tono aunque se que me va a escuchar-¡Todos tienen en primera plana una imagen de como se ve mi culo!- Siento la vibración de su cuerpo bajo de mi sabiendo que se esta riendo a mi costa,pellizco su trasero en señal de protesta.
Un ardor se abre paso en mi sistema cuando Becker me da una nalgada en mi glúteo izquierdo como respuesta a mi pellizco y un -¡Si hermano!- y varios -Mierdas- seguidos de silbidos se hicieron presentes haciendo que todos nos vean y los que no estaban pendiente de nosotros nos dieron su atención y repito,a mi culo en su esplendor.
Muchos silbidos y guiños de los hombre se notaron a medida que Becker avanzaba y cuando el se percataba se daba vuelta supongo dándoles miradas de muerte porque cuando seguía el rumbo note que nadie se fijaba en nosotros. Becker abrió una puerta y nos adentro a los baños de hombre que tenia la piscina. Me sentó en un mostrador y mi rostro lo lleve hacia uno de los espejos que se encontraban ahí. No sabia si mi sonrojo era debido a que estuve unos momentos de cabeza o a la nalgada que hace momentos me había dado frente a personas. Su rostro se encontraba analizándome, agarró unas servilletas colocadas en el mostrador a su mano derecha y las mojó un poco con el agua del grifo para luego quitarme las ligeras manchas de la mascara alrededor de mi rostro. Veía la seriedad que tenia su semblante y como mordía ligeramente su labio inferior por la concentración. Mis ojos se volvieron a humedecer tras recordar nuevamente lo sucedido con Alan. Becker deja lo que estaba haciendo y posa sus manos una a cada lado sin darme espacio de huida mientras apretaba la mandíbula por su evidente enojo al no saber que sucedía conmigo.
Y eso que no me ha visto cuando Andrés llega,en ese momento puedo hacer audiciones para películas que me exijan D R A M A con todas sus letras.
-¿Te han dicho que al llorar tus labios se vuelven extremadamente cautivadores?-Me dice con una sonrisa ladeada. Y yo solo sonreí.
-Han dicho muchas cosas de mis labios,pero no había escuchado esa línea.-Le digo,volviendo mis labios una linea fina. Ningún hombre me había dicho algo como aquello, todos suelen salir con algo sexual siempre.
Veía las facciones de Becker detalladamente de cerca y mi mano fue a parar a su rostro. Acaricie el pequeño crecimiento de barba de sus mejillas, delinee sus labios y cejas mientras el solo cedía a mis caricias. Un leve suspiro salió de sus labios y me llenó el corazón saber que no era la única que se rendía ante el tacto del otro.
-La chica allá afuera no es nadie. Ni ninguna otra chica es alguien a tu lado.-dice,cogiendo mi mano de su mejilla para besar mi palma. Ahora soy yo la que suspiro.
-No deberíamos involucrarnos mucho. Mañana me voy y no nos veremos por unos cuantos meses.- le dije, sus ojos ahora oscuros se conectaron con los míos.
-Entonces disfrutemos el rato que nos queda...-Dice, antes de hacernos librar un batalla.
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Dulce pecado [ P R O X I M A M E N T E]
RandomAmor,pasión ...¿Y peligro? Era todo lo que despedía Becker. ¿Su nombre? Era todo un misterio...pero así lo quise desde un principio. Pecar, el me llevaba a pecar. Me enseñó muchas cosas de el,pero jamas me dijo la verdad. ¿Pero a quien engaño? jamá...