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Capítulo 10: Otro tipo de problema.

La primera vez que Jongin lo abrazó, Chanyeol se sorprendió ante la repentina muestra de afecto. Fue solo un día después de la partida de Baekhyun, y la razón detrás del afecto de Jongin fue un pequeño pero generoso gesto hecho por Chanyeol.

Habían tenido que intercambiar varios archivos, Jongin debía dar cuentas personales de todo el séquito perdido de Taekwoon y Chanyeol había entregado la larga pero aburrida lista de vuelos programados dentro y fuera de Incheon International. Chanyeol había conducido su furgoneta hasta la mansión, y Jongin lo había invitado a entrar. A diferencia de la última vez, estaba siendo un anfitrión generoso. Chanyeol no se había olvidado de su venganza, incluso si ahora eran una especie de amigos. Mientras conducía allí, había estado seguro de lo que haría si Jongin se volviera divertido como la última vez. Al final, nada de eso fue necesario.

Se sentaron en la biblioteca y comenzaron su trabajo de inmediato. El horario de Chanyeol era claro por ahora, y si algo cambiaba, su escuadrón en la plataforma de Observación lo llamaría. Era poco como una rutina doméstica, la forma en que se sentaban juntos y trabajaban en silencio. Chanyeol estaba bastante impresionado de ver este lado de Jongin, una versión madura. Este Jongin parecía que tenía unos cientos de años, parecía que había visto el mundo del que Chanyeol ni siquiera sabía.

Era tan extraño, hasta un punto que Chanyeol lo extrañaba. ¿Cómo era posible extrañar a alguien cuando estabas sentado justo al lado?

Durante mucho tiempo, Chanyeol persiguió los archivos frente a él. Con cada biografía de nobles y seguidores de Taekwoon, deseaba que Baekhyun tuviera la oportunidad de ver esto antes de irse. cada uno de los asociados de Taekwoon tenía talento con muchos atributos cuando se trataba de pelear. Aún así, estaba seguro de que Kyungsoo mantendría a Baekhyun a salvo.

Su relación con Baekhyun fue complicada. Parecía que eran amigos, pero Baekhyun simplemente trató con él como un colega. Todavía miraba a Chanyeol como el líder del equipo, aún lo desobedecía como un subordinado terco. También parecía que eran más que amigos, pero Chanyeol sabía que amaba a Baekhyun como si fuera su hermano de sangre. Lo había amado en el momento en que lo vio.

Mirando a través de los archivos, Chanyeol fue nuevamente arrojado en el tiempo. La vez que conoció a Baekhyun. Era uno de los vívidos recuerdos de Chanyeol, y no porque fuera hermoso. Su vida cambió en el momento en que conoció a Baekhyun. Para peor. De repente, todo estaba claro como el cristal. Había pensado que los miembros de su familia eran luchadores famosos, o espías, o mafiosos. Es por eso que le enseñaron a pelear, a espiar, a esconderse y hacer varios tipos de tareas físicas, tan pronto como cumplió seis años.

Pero esa creencia cambió cuando su hermana mayor trajo a Baekhyun al rancho de su familia. Un Baekhyun sangriento, andrajoso, descalzo, con ojos llorosos, sin hogar y huérfano.

Chanyeol sintió que el mundo entero se derrumbaba ante él al escuchar la voz de su padre, la voz de su hermana mayor, la voz de su madre, todo mezclado y mezclado en varios tonos ascendentes y descendentes. "¿Que pasó?" gritó su padre. "Papá, baja la voz", siseó su hermana, mirando a Baekhyun, que todavía estaba llorando en la puerta. "Fueron ellos, mataron a todos y ... ¡Dios, fue terrible! ¡Esos malditos vampiros!" Chanyeol se calmó. ¿Vampiros? Seguramente, esto era una broma. Pero ninguno de su familia se reía. Chanyeol se hundió, su corazón palpitaba al darse cuenta de que tal vez, los miembros de su familia no eran súper espías. Recordó los pasos apresurados de su madre cuando ella corrió hacia Baekhyun, lo atrajo hacia adentro, cerró la puerta y se arrodilló ante él, mirándolo. "No está herido. Apenas le duele, pero ¿por qué hay tanta sangre?" Los ojos bajos de su hermana, "Lo encontramos en los escalones de la entrada del Gremio. Pase lo que pase, no está hablando". Y luego su madre trató de limpiar la sangre de la cara de Baekhyun. Chanyeol aún recordaba lo mal que se estremecieron. Entonces su padre ladró: "¡Chan! ¡Llévalo a tu habitación! ¡Ayúdalo!" y a su esposa le gritó:y luego ordenó a su hija: "Sígueme. Vamos a la escena del crimen ahora".