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Capítulo 39: Exposición de sombras.

Siento no haber actualizado. Aquí les dejo. Por favor, sufran. 🙃

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Lisa vio el caos que se desarrollaba debajo de ella. No sabía cómo se sentía, pero casi podía fingir que su corazón estaba acelerado. Su cuerpo fue invadido por temblores de vez en cuando, cuando el simple hecho se hizo evidente para ella. Ella era poderosa. Ella era el poder mismo . Y ahora... todo el mundo podría verlo. Y si aún no lo habrían hecho, ella se aseguraría de que lo hicieran.

-¡Por favor! ¡ALTO!- Alguien rogó en la plaza. Una mujer, con un bebé en el pecho. Ella estaba de rodillas. Inclinándose una y otra vez, mientras las lágrimas corrían por su rostro. -Haré cualquier cosa, no lastimes a mi hijo. ¡Por favor!

Taeyoung se paró sobre ella, su mano con garras lista para separarlos a ambos. Ya goteaba la sangre de los que había asesinado antes. Se acercó un poco más y Lisa tiró mentalmente de esa cadena que lo ataba a ella. Él tropezó y volvió a mirarla, donde ella observaba todo desde la azotea. Su rostro no tenía emociones como una marioneta, mientras esperaba la próxima serie de instrucciones.

La mujer siguió su mirada y vio a Lisa. Se le escapó el aliento y el bebé que lloraba se calmó de repente, como si también hubiera notado la muerte mirándolo. -¿Eres... la que... hizo esto?- Preguntó la mujer, su voz traicionando su sorpresa.

Después de todo, Lisa era inocente e impresionante. ¿Quién podría creer que ella tenía tanto poder? Lisa se rió mientras saltaba por las cinco plantas y caminaba descalza hacia la madre.

-Lo soy- respondió ella, todavía sonriendo ampliamente. -Pero ya sabes... me gustó lo que vi. Adelante, inclínate y suplica un poco más.

La mujer jadeó. Y luego hizo lo que le dijeron. -Me estoy inclinando. Estoy rogando. Déjanos ir. Por favor...

-Los seres humanos son útiles- dijo Lisa suavemente, agachándose para mirar a la mujer. -Mira todo el avance y la tecnología que pueden crear sus pequeños cerebros. Pero aparte de inclinarse y mendigar, tienen un uso más.

La mujer miró hacia arriba, curiosa a pesar del terror que sentía.

Lisa agarró al bebé de ella en un abrir y cerrar de ojos y sostuvo su pequeña cara cerca de la suya. El bebé la miraba con los ojos muy abiertos. Lisa ya lo tenía bajo su control. -¿Te gustaría saber para qué más son útiles?

La mujer gimió. -¡No mi bebé, por favor! No lo hagas ¡Mátame, pero no a él!

-También son útiles como comida- dijo Lisa y mordió al bebé. Estaba agotado y vacío después de unos pocos tragos. Ni siquiera lloró. Tirando el saco de sangre vacío, Lisa le dijo a Taeyoung. -Puedes deleitarte con ella ahora. Saben tan delicioso cuando sufren dolor y son torturados.

Ella se alejó, mientras los gritos de la mujer atravesaban la noche. Sonrió a su alrededor, observando los cuerpos y las armas inútiles de los oficiales que seguían muriendo tratando de contener este "ataque terrorista". Pero a ella no le importaba. Solo había una razón por la que había llegado tan lejos.

-Sal, pequeño rey- cantó mientras saltaba a través de los cuerpos, aplastándolos bajo los pies. -Ven a enfrentarme, cobarde.

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La situación era peor cada segundo que pasaba. Kyungsoo ya había dejado de registrar todos los titulares de noticias que Jaehwan leía desde el asiento trasero. Solo sabía que había una causa raíz de este desastre, y en este momento, quería erradicar esa raíz. No importa las consecuencias. Había estado preocupado por su familia y sus seres queridos. Su compañero. Qué egoísta era. La gente moría, sus vidas eran más importantes que cualquier otra cosa.