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Capítulo 2: El regreso.

Seúl, 2016

Un anunció sonó a través de los altavoces cuando su piloto les dijo que estaban a punto de aterrizar. Los letreros del cinturón de seguridad volvían a parpadear.

Kyungsoo no estaba realmente durmiendo, pero bostezó cuando abrió los ojos, por el bien de las apariencias.

Estaban en la sección de primera clase, y no había mucha gente alrededor. Unos pocos asientos más adelante, Jongin también fingía dormir, su cinturón de seguridad ya estaba en su lugar. Podían parecer normales para todos los demás, pero estaban aquí para proteger a una persona en particular.

Al lado de Kyungsoo, Taekwoon también abrió los ojos y miró el cielo estrellado a través de la ventana.

- ¿Estamos aquí?

Kyungsoo simplemente asintió- ¿Antes de lo que esperaba? - Su Majestad, casi lo dijo en voz alta. Por el bien de las apariencias, no podía llamar la atención sobre ellos más de lo que ya lo estaban haciendo.

Taekwoon sintió con la cabeza- Me pregunto qué desastre han estado haciendo desde la última vez que vinimos aquí.

Kyungsoo sabía qué tipo de desastre era, pero pensó que era mejor no comenzar ninguna discusión relacionada con vampiros aquí, donde pudieran ser fácilmente escuchados- Supongo que es lo mismo de siempre. ¿Por qué si no te obligarían a asistir?

Las cejas de Taekwoon se crisparon con una preocupación apenas disimulada. Kyungsoo sabía lo que estaba pensando. ¿Fue uno de nosotros quien rompió la regla? ¿O uno de ellos?

El avión aterrizó y pasaron por el proceso de pago durante los siguientes minutos. El estatus oficial de Taekwoon era incluso más alto que el de un presidente de cualquier país, algo que siempre desconcertó a las autoridades, por lo que siempre lograron escapar del proceso de pago mucho más rápido que nadie. Cuando estuvieron afuera, Jongin ya estaba parado al lado de la limusina, manteniendo la puerta abierta.

Taekwoon y Kyungsoo se metieron en el asiento trasero, Jongin se sentó en el asiento del conductor y salió del estacionamiento.

- ¿A dónde vamos primero? - Jongin preguntó, mirándolos en el espejo retrovisor.

Taekwoon suspiro- Casa.

Jongin asintió, sus labios dibujando una pequeña sonrisa.

Había sido un tiempo. No habían visto su casa en los últimos dos años. A pesar de que no estaban entusiasmados con el motivo de su regreso, se alegraron de volver.

- ¿Quién era entonces? - Taekwoon preguntó, llenando un vaso de una jarra frente a él. Tomó un sordo del líquido rojo oscuro, suspirando de alivio- ¿El que rompió la regla?

-Un asesino- Kyungsoo vaciló.

Taekwoon se dio cuenta- No debería decirlo, pero me alegro de que nuestro lado no haya violado la regla- dijo, mirando a Kyungsoo con astucia- Pero parece que algo más sucedió. Dime- esta última palabra la pronunció como una orden.

-Kyungsoo tembló- Este asesino mató a Wonshik.

Taekwoon se puso rígido, y el cristal se rompió en su agarre, rociando con sangre su inmaculado atuendo y e elegante interior de la limusina. Kyungsoo esperó a ira, pero fue golpeado por una repentina oleada de dolor. Los hombros de Taekwoon se desplomaron. Wonshik era el amigo más cercano de Taekwoon.

-Y... ¿qué ha hecho el clan en mi ausencia? - La voz de Taekwoon apenas era un susurro. Kyungsoo sabía que estaba reprimiendo su ira.

-JunMyeon capturó al asesino y envió los mensajes de advertencia al Gremio de Asesinos. Todos estarán presentes durante la ejecución. Quería que manejes el resto como mejor te parezca, su alteza.