Capítulo: 7 descubrimiento

187 16 2
                                    

7. Descubrimiento

     Sakura camina sin rumbo fijo por la guarida. Hace un rato Sasuke empezó a sentir el dolor causado por la operación, es decir, el embobamiento del anestesiante dejó de surtir efecto y conllevó a una especie de migraña. Sakura le ordenó que descansara, conocedora de que paulatinamente va a mejorar. Todo va a mejorar, piensa ella con esperanza, a partir de ahora, todo va a mejorar. Sólo es cuestión de tiempo.

     Ahora comprende, quizás, la forma en que el optimismo puede nublar el juicio de una persona.

     Entra en un pasillo tenuemente iluminado por antorchas puestas a intervalos, es largo y angosto, parece ir en forma curva de modo que es imposible ver lo que hay adelante hasta ya haber avanzado hasta allí.

     Cuando avanza varios tramos se halla de improvisto con unas puertas a ambos lados del pasillo. Alza la vista y logra ver más puertas, también a intervalos largos las unas entre las otras. Sigue caminando con tranquilidad pero con un sentimiento de incertidumbre y cautela, es entonces cuando empieza a distinguir voces acercándose.

      —... Kabuto tiene mucho poder que puede servirnos para la guerra —dice Madara—. Pero no me inspira confianza en absoluto. Aún desconozco sus intereses finales.

     —¿Aceptaste solo por sentirte amenazado? —pregunta Zetsu negro.

     —No, de hecho —responde—. Pienso que al entregarnos su poder nos dará ventaja para ganar la guerra, sin embargo, sus intenciones atrás no me parecen convenientes.

     —Entonces qué ¿hay que eliminarlo? —dice Zetsu blanco con emoción.

     —Por ahora es bueno tenerlo como aliado hasta que el tiempo y las circunstancias digan lo contrario. Pero confío en que lo harás si causa problemas —dice Madara con voz más distinguible para Sakura ahora—. En el caso de que yo no esté, por supuesto. Kabuto es un contrincante formidable.

     Ellos estaban cada vez más cerca. Sakura en un razonamiento rápido y fortuito fuerza una de las puertas rogando al cielo que no empiece a chirriar, esta cede con facilidad y sin menor ruido que hasta le hace pensar en la inusitada buena suerte del asunto. Adentro está oscuro y silencioso cuando cierra la puerta, lo cual le permite seguir oyendo la plática afuera de la habitación.

     —¿Cuando te vas? —inquiere el Zetsu negro.

     —La Cuarta Gran Guerra Ninja se aproxima. Se requiere de mi presencia (el promotor de la guerra)  aquí y en todas partes, entretejiendo los hilos para al fin realizar el Tsukuyomi Infinito —su corazón palpita con rapidez cuando las voces pasan a su lado, ignorándola. Empiezan a desvanecerse pero logra captar un punto importante—: Tú vigilarás a Sasuke en mi ausencia y lo mantendrás ignorante de la guerra —le dice a Zetsu blanco—. Por cierto, manten tus ojos sobre la chica, no me parece de fiar.

     Sakura traga grueso, pero antes de cualquier nerviosismo está todo lo que ha escuchado y debe analizar.

     ¿Kabuto? ¿El mismo Kabuto, anteriormente, lacayo de Orochimaru? Sakura duda que se trate de alguien más, y ahora aliado con Madara significa mucho, demasiado, peligro cualesquiera que sean sus planes. Pero se cierne incluso algo mucho más importante que eso... "La Cuarta Gran Guerra Ninja se aproxima" Sakura repite la voz de Madara en su mente, en un intento de captar ¡¿Cuarta Gran Guerra Ninja?! No puede ser... ¡Dos días en deserción y ya se prendía una guerra! Pero sigue habiendo algo más. Si, eso que él dijo. El... Tsukuyomi Infinito. ¿Qué Diablos será eso?

     Sea lo que sea, es su propósito lograrlo y por lo visto ninguno de sus propósitos rayan en lo conveniente para nadie, salvo, quizás, para ellos mismos.


continuarà...




Lo que nunca ocurrió: La deserción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora