Capítulo 11: Lárgate

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[_Sakura. Haruno_♠]

          Es como caer... sí, caer.

         Sus crueles ojos negros como un mar que lo ha inundado todo a mí alrededor. Un precipicio en el que caí, una oscuridad por la que fui absorbida. El chapoteo del agua al estrellarme contra ella. Y luego hundirme. El agua sin embargo, no es desagradable. Es como si fuese parte de mí. Arriba en la superficie puedo escucharme llorar, cada lágrima hace que el mar crezca, y yo, me sigo hundiendo. Lágrimas saladas... como el mar. Y sigo cayendo. Caer y caer. He caído tanto pero aún no he tocado la arena, es como si no hubiera fondo, solo caer sin más. Sin llegar a ningún lado. Sin llegar a ahogarme. Sin llegar a odiar. Solo oscuridad se extiende a mí alrededor, una inmensa y profunda obscuridad que lo engulle todo, también los pensamientos...

          Es un vacío. Ya ni siquiera sé si estoy cayendo. Ya no hay sollozos, ni el sonido de las olas, ahora solo hay silencio. Un asfixiante silencio. Un ruidoso silencio que me gustaría callar, mis labios se mueven pero no emiten ningún sonido. ¿Por qué estoy aquí? ¿Todo esto lo creé yo? ¿Qué gané aquí? Acaso, ¿no debería volver ya?

         Y de la nada...

          ...es como si empezara a emerger.

          Me gustaría saber si estoy descendiendo o ascendiendo. Bajando o subiendo. Me gustaría saber qué es lo que más deseo hacer. Si permanecer en una ilusión o llegar a la realidad. Yo tan solo quiero... no me importa que sea una ilusión. Aunque sea aquí, lo pude comprender. Pude sentirlo cerca, respirar su aliento. Soñar que por un segundo él realmente me tomó en cuenta. Pero no es más que una mentira. Incluso aquí, todo fue una mentira... sus ojos fueron una mentira.

          Estoy casi en la superficie, puedo ver la luz del exterior. Abro mis ojos con parsimonia: el aire está impregnado de polvo, todo está hecho escombros, Kakashi-sensei está mirando a un punto allá en el horizonte. Esto también podría ser un sueño. Sé que no lo es. Lo correcto sería quedarme aquí. Pero no. No ahora que me gustaría saber lo que pasará... lo que Sasuke-kun hará. Tal vez todo sea una parte de él, después de todo, esto lo hizo él, aquí me metió él. Una ilusión confusa que quiero llegar a comprender.

          Siento volver a sumergirme en el mar sin fondo. Quiero volver al lugar donde yo sería la protagonista de una historia desastrosa. Me gustaría volver... pero... me gustaría sumergirme sin llegar a pensar, sin llegar a llorar... me gustaría emerger...

         Las olas palpitando al ritmo de mi corazón, el mar engullendo todo mi dolor, son mis estúpidas lágrimas que no he podido contar. Una y otra y otra vez, ¿cuántas veces he llorado por Sasuke-kun, cuántas lágrimas he derramado?

         Luego siento un torrente rápido y doloroso que me impulsa hasta que...

         — ¡Liberación!

         Salí del genjutsu. Tomo una bocanada de aire como si de verdad me hubiese estado ahogando y después toso con fuerza soltando las diminutas partículas de arena que se instalaron en mi garganta al inhalar. Pasado el aturdimiento comienzo a sentir un fuerte dolor en el brazo derecho, al bajar la mirada me observo el brazo vendado con torpeza. La venda está por completo llena de sangre, al contenerla por un tiempo. El brazo, más abajo de la venda, está teñido de rojo —sangre seca— y debajo de mi mano, hay un pequeño charco de sangre. La herida fue bastante grave, si no tuviera esta venda probablemente me habría desangrado.

          Me pregunto por qué Sasuke-kun...

          —Supiste sobre la guerra —su voz llena la estancia—. Tu plan era huir para ayudar a Konoha en la guerra. Conmigo. O sin mí.

Lo que nunca ocurrió: La deserción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora