¿Estas dispuesta a sacrificarte por quien amas?
La vida de Eliza era simple, y con un futuro ya escrito, pero le arrebataron a quien más amaba: su hermana.
Se vió obligada a internarse en un mundo de criaturas extrañas, guardianes, espíritus y magia...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota de la autora: por favor lean el capítulo escuchando Wewill rock you, háganme ese favor.
Eliza tomó el mapa que le entregó el hombre y se dirigió al cuartel de entrenamiento, donde había dormido la noche anterior.
- Eli calma. Le dijo Albert mientras la tomaba de los hombros.
- No quiero calma, quiero ir donde ese maldito espíritu de Cristobl y que se arrepienta de meterse con mi hermanita. Dijo Eliza molesta.
Al llegar al cuartel se dirigió a la habitación de Anne donde tomó las pocas cosas que llevaba consigo, luego fue a la sala donde había visto las armas y recogió unas cuantas.
- Señor dígale algo. Le pidió Albert al custos magni que entraba recién en el salón junto a Anne, Sebastián, Camille y el hermano de Albert y Camille, Cristián.
- Esas no son las mejores armas para tí, usa las que usaste antes, y también lleva los amuletos. Dijo El custos magni.
- Tiene razón, si vas a ir debes usar amuletos ¿Este es un inde para guardianes de la magia no señor? Preguntó Anne sosteniendo un brasalete de tonos púrpura y rosas con forma de enredaderas.
- Exactamente -dijo el custos magni con voz suave- esto Eliza, es un inde, aumenta la capacidad de propagación de tu elemental, en este caso, magia.
- ¡Es una locura que crean que es buena idea que ella vaya sola a rescatar a su hermana! No tiene experiencia en con seres mágicos, requiems ni espíritu. Además aunque lo tuviera estamos hablando de un espíritu del caos de magia de Miles de años, extremadamente podersoso. Es una misión suicida. No puedes ir, Eliza por favor no vayas, pueden enviar a alguien más. Suplicó Albert.
- Sería un riesgo el que vaya otra persona siendo que Cristobl pidió exclusivamente a Eliza. Murmuró Sebastián.
- Tiene razón, es algo que debo hacer yo, es mi hermana y debo rescatarla. Le dijo Eliza suavemente.
- Entonces iremos contigo. Dijo Anne entusiasta.
- ¡¿Qué?! Exclamó Camille.
- Tiene razón, te podríamos acompañar. Dijo Sebastián.
- Si vas a hacerlo, es mejor que no vayas sola, yo igual iré. Dijo Albert.
- Muy bien, además así no nos arriesgamos a que alguien de aquí lastime a Eliza, con esta escena, probablemente ya mucha gente se enteró de lo que es, querrán eliminarla para evitar riesgos, ya que Cristobl quiere acabar con ella.-Dijo el custos magni- ustedes tres la pueden acompañar, Camille y Cristián, ustedes deberán apoyar desde aquí, deben estar atentos a quienes planean dañar a Eliza, y también si es que hay algún traidor entre los guardianes.
Todos asintieron menos Eliza. - No le puedo pedir que se arriesguen tanto por mi, debo hacer esto sola.
- No es solo por ti, es por el destino del mundo, solo un guardián de la magia puede detener a Cristobl, y yo no soy eterno, se que todavía no tomas una decisión, pero aún así no nos podemos dar el lujo de que mueras.-Dijo el custos magni con una sonrisa- ahora vayan con mi hermana, ella los equipará.
