Capítulo 31: Explosión de magia

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:・゚✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚✧:・゚-Verás, puedes llegar a ser una gran aliada para nuestra lucha-Cristobl le sonrió nuevamente-nosotros los croastis no somos los malos, los guardianes dicen que queremos que reine el caos ¿pero no es el caos sinónimo...

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-Verás, puedes llegar a ser una gran aliada para nuestra lucha-Cristobl le sonrió nuevamente-nosotros los croastis no somos los malos, los guardianes dicen que queremos que reine el caos ¿pero no es el caos sinónimo de libertad? Imagina un mundo sin reglas Eliza, un mundo sin orden ¿no sería precioso? Únete a mi y todos tus sueños se harán realidad.

-No.-dijo Eliza temblando.-Antes no me importaba tu ni tu ejército, no habría hecho nada contra ustedes, pero ahora es todo distinto, porque se metieron con mi hermana, y he visto la destrucción que provocan. No descansaré hasta destruirlos.

Cristobl ladeo la cabeza haciendo un puchero.
-Pues es una pena, si no te unes a mi, debes ser... eliminada.

Cristobl se levantó de su trono y de ambas manos florecieron unas intensas llamas púrpuras.

-¡Loreto escóndete!-Gritó Eliza creando unas llamas iguales a las de su oponente.

Cristobl puso los ojos en blanco e hizo levitar todos los objetos a su alrededor lanzando los con fuerza hacia Eliza, ella logró hacer una barrera invisible que los detuvo momentáneo, pero era sumamente difícil, no podría resistir para siempre y un clavo que estaba ente las cosas comenzó a sobresalir, acercándose lentamente a su cuello.

-Ríndete, eres débil, tu magia es amateur. Tu familia te va a ver como un monstruo, no encajas ahí, no encajas en tu escuela, no encajas con tus amigas y tampoco encajas con los guardianes, a la más mínima oportunidad ellos querrán destruirte. No encajas en ningún lugar, eres débil, no hay ninguna fuerza en ti. Eres estúpida. Eres antipática. Eres fea. Nunca lograrás nada. ¡Eres débil, ríndete!-exclamó Cristobl.

Flashbacks vinieron a la mente de Eliza, años de acoso escolar, de no sentir que encajaba, años de palabras reprimidas, de emociones guardadas, de odio hacía si misma. Toda esa rabia reprimida le pasó la cuenta. Sus ojos se tornaron de un brillante e intenso morado, al igual que su cabello, chispas salían expulsadas de su cuerpo.

-¡No! ¡NO SOY DÉBIL!-Exclamó gritando.

Y entonces, explotó.

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No muy lejos de ahí, en el bosque cerca de la ladera del monte, los guardianes acampaban ocultos y vigilantes.

-Estoy bien, no es necesario que estén conmigo todo el tiempo.-suplicó Anne.

-Anne, esa apuñalada pudo haberte matado. Tenemos todo el derecho de estar sobre protectores.-Reclamó Albert.

Anne había sido apuñalada por un croasti durante la batalla, por suerte Albert y Sebastián la llevaron a tiempo al patrum, donde unas requiems lograron sanarla. Pero si hubieran llegado solo unos minutos después, hubiera sido demasiado tarde.

-Como digas.-Anne rodó los ojos.-¿Por fin se durmió Seba?-susurró.
Albert asintió.

-Estos días apenas a dormido, tiene muchas cosas que procesar, y creo que no lo ha llevado muy bien.-Albert le acarició el cabello a Sebastián, cuya cabeza descansaba sobre el regazo de su amigo.-digo, no debió ser fácil para el enterarse de que es un poderé del frío y de la oscuridad siendo que toda su familia es de la luz, ver como casi mueres y bueno, que yo haya perdido a Eliza.

Albert sabía que había hecho lo correcto, estuvo bien el dejar a Eliza con su hermana, si no derrumbaba la entrada los croastis hubieran perseguido a los guardianes y requiems, exterminándolos, además Cristobl al parecer ya no quería matar a Eliza, al menos no instantáneamente. Pero no podía evitar sentirse culpable, tal vez habría podido hacer algo más.

-Para de sentirte culpable, hiciste lo que tenías que hacer.-lo regañó Anne-además Eliza te dijo que tenía un plan, hay que confiar en ella, lo único que podemos hacer es estar aquí, esperar y recuperar fuerzas.

Y debían recuperarse, porque la batalla había resultado con muchos heridos, los requiems se fueron a recuperar al patrum (a excepción de Venus, que iba varias veces al día a ver como se encontraban) mientras que los guardianes acamparon cerca del monte, esperando.

Una explosión estridente sonó a varios metros, la copa del monte había explotado y se había provocado un gran derrumbe, chispas y llamas moradas inundaban el lugar.

Sebastián despertó de golpe mirando a sus amigos. Las miradas de todos se cruzaron .

-Es Eliza.

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Nota de la autora: El capítulo está bastante cortito, pero ñeeeeeeee, me gustó. Sta Eliza ¿qué embarrada se habrá mandado ahora?


Magia y Fuerza (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora