Cuando Dahyun entró a la escuela, no esperó que lo primero que vería sería la imagen de Momo hablando de cerca con Park Jimin, el exnovio de Jeongyeon.
—¿Mañana está bien? —alcanzó a escuchar Dahyun, pues había pasado casi corriendo al lado de Momo.
—Si, le diré a mi madre que irás en la tarde a buscar los cuadernos —contestó con una sonrisa amigable, para luego despedirse con la mano y correr hacia Dahyun, quién no la había saludado— Hola Dahyunnie.
—Hola —contestó secamente la más baja, manteniendo su mirada fija en el pasillo.
—¿Y eso? ¿Hize algo malo? —preguntó confundida la japonesa.
—No lo sé, ¿Hay algo que deba saber? —preguntó molesta la coreana.
—¿Además de que me gustas mucho? Nop —las mejillas de Dahyun se enrojecieron, pero trató de disimularlo mirando hacia delante.
—No digas estupideces —murmuró con vergüenza la más baja.
Mientras tanto, Sana recién iba saliendo de su casa, apurada y con la mochila a medio poner.
La razón de esto era bastante simple.
Zhou Tzuyu la había llamado en la noche, luego de haberla dejado en su casa. Ambas chicas se habían tomado una ducha y rápidamente se lanzaron a sus respectivas camas, Sana esperando la llamada de Tzuyu y la última deseando, irónicamente, que esa noche tampoco pueda dormir.
Hablaron durante casi toda la noche, un nuevo récord para ambas chicas, quiénes recién a las 5 de la mañana se dispusieron a dormir.
—Buenas noches Sana Banana —se despidió la más alta, soltando un bostezo.
Sana rodó los ojos— Buenas noches Zhou Tzuyu.
Cuando se dió cuenta de la hora, Sana casi suelta un grito de miedo, pues ahora tenía menos de dos horas para dormir, por lo que puso 10 alarmas y dejó su teléfono al lado de su cabeza.
Pero ni con la ayuda de 500 elefantes Minatozaki se hubiera despertado, por lo que pasó por alto todas las alarmas y terminó levantándose a las 8 de la mañana.
Cuando despertó, corrió al baño, se dió una ducha rápida y se vistió, puso algunos cuadernos en su mochila (sin saber muy bien cuáles) y corrió hacia la salida de su casa, despidiéndose de su tío y su madre con un simple grito.
Así que ahora, con menos de 4 minutos para llegar a su casa, la japonesa se encontraba corriendo con todas sus fuerzas hacia la escuela, llegando justo al sonido de la última campana.
Entró al salón en busca de su mejor amiga, a la que encontró hablando cómodamente con Hirai Momo.
—¿Y tú? Ya estaba dando por hecho que no ibas a venir —comentó la rubia con sorpresa.
—Eso veo —contestó mirando a la japonesa con recelo.
—Bueno, tengo que irme, nos vemos a la salida —dijo Momo mientras veía como Minatozaki se sentaba al lado de Dahyun.
Cuando la pelinegra se fue, Sana no dudó en darle una mirada confundida a la rubia, causandole un leve sonrojo.
—No es nada —y la castaña no quiso seguir preguntando, pues no se sentía con el derecho de hacerlo, cuando ha estado hablando con Tzuyu sin decirle a su mejor amiga.
Las horas de clases continuaron, con algunas miradas entre Tzuyu y Sana, o algunas sonrisas entre Momo y Dahyun.
Lo que no seguía igual era la situación entre Nayeon y Mina.
ESTÁS LEYENDO
Insomnio » Satzu
Fanfiction»Me quedaré despierta las horas que sean necesarias para que tú puedas dormir«