Una vez más estoy atrapado en mis pensamientos, las manos me tiemblan y estoy en un delirio.
¿Alguna vez has conversado con el destino?
Es una plática larga, definitivamente.
Algunas veces no lo llegó a entender, como por ejemplo ahora mismo. Él está justo enfrente de mi y podría ir y abrazarlo por qué eso es lo que el destino quiere. Había escuchado que si uno es persistente con lo que quiere lo obtendrás, en pocas palabras, insistir al destino.
Te haces a esa idea de que tarde o temprano obtendrás tu deseo, por el simple hecho de que se lo exigí al destino. Pero he ahí el problema, no siento que haya estado bien el manipular el destino a mi gusto y conveniencia. Si bien, ahora me puedo alejar y decirle a mi corazón que esto está mal.
¿Qué es lo que el destino busca?
Él me sonríe…
La vida es tan contradictoria, el tiempo, el amor, todo lo llega a ser.
Me acerco y lo abrazo, se siente bien o está bien hacerlo pero muy en el fondo se que está mal. Somos novios ahora, sé que él me ama pero no de la manera en la que me gustaría.
He manipulado el destino.
Besa mi frente y me siento mal, todo está mal. Yo no lo merezco, ¿Quién he sido yo para obligarlo a estar conmigo? ¿Fue el destino? No, no lo creo. Cometí un error y ese fue apresurar algo que… tal vez nunca pasaría.
—¿Qué sucede? — me preguntó y yo negué de inmediato— ¿Estás bien?
—Lo estoy… — respondí simplemente—
Lo estoy… obligando.
Estoy forzando algo que nunca debió pasar, sé que él destino no lo habrá querido; conversamos un gran tiempo hablando de ello, una conversación que ya tenía cita, día y hora. Pero… es tan complicado entender lo que el destino quiere.
Sé que no soy su alma gemela...
Entramos al restaurante, tomó mi mano y me guío a la mesa, tomamos asiento y llamó a un mesero. Me sonríe cálidamente y me hace sentir más culpable.
Sé que en algún momento en la vida merezco a alguien; siempre fuí dedicado a cada cosa que hago, nunca tuve una mala actitud y me atrevería a decir que soy buena persona [ a excepción de esto, que me volví egoísta ]. Pero nunca debí planear nada, el destino hace las cosas por algo. Destruí lo que pudo ser una relación de 100 años, fuí egoísta al no pensar en mi pareja predestinada.
Soy un ser egoísta pero también soy humano.
Una carta se posa enfrente de mí, la tomó y observó a mi acompañante quién le da las gracias a la camarera, pido mi orden de inmediato y esperamos su orden, él está pensativo, indeciso y la camarera le ayuda.
El dedo delgado de esta se posa el la carta y una dulce voz llena al silencio.
Una corriente se hace presente… ese es el amor.
Él alza la vista, la mira con adoración y entonces me doy cuenta realmente de mi crueldad. Lo alejé de su persona indicada, durante tanto tiempo estuvimos en una relación errónea.
¿Quién soy yo para apartarlo de su amor?
Sonreí y entonces ambos me miraron preocupados, dejé de sentir un peso en mi espalda cuando me levante de ahí; él me miró asustado. Un poco más de culpabilidad.
—Yoongi…— dice mi nombre y me limito a sonreír.
—Queria hablar contigo, por algo acordamos la cita. — dije con calma, dos pares de ojos sobre mi — Terminamos, lo siento.
Y realmente lo sentía.
Él no se levantó y se lo agradecí. Sé que hice lo correcto, ví por el cristal como ella lo consolaba y nunca me sentí en paz. Le lastimé pero sé que tarde o temprano su sucedería esto, era lo que el destino quería.
El destino sabe lo que pasará…
- ⛈ -
Habían pasado años, tal vez 3.
No había encontrado al amor de mi vida, pero sería paciente a que apareciera. Era una lección la del destino, dudaba realmente si lo encontraría, estaba decepcionada pero también satisfecho. Todo lo hice por una buena causa, ya no me sentía culpable por manipular el conocerlo, me forcé tanto a esa idea que lo conseguí pero no funcionó.
Llegué a mi casa y saludé a una de mis vecinas, del otro lado una mudanza estaba, muebles grandes y pequeños, con una característica peculiar que me hizo recordarlo, alegría se emanaba de aquel hogar que estaba apunto de ser habitado.
Me sentí débil por unos instantes al verlo, era él.
Me notó y juré que sus ojos brillaban más que la última vez que lo vi. ¿Tan enamorado está?
Se acercó y tragué.
—Hola…— saludo — ¿Cómo has estado durante tanto tiempo?
—Y-yo bien. — respondí — ¿Tú, has estado bien?
Rascó su nuca en un acto nervioso, le miré confundido— Realmente no, desde que te marchaste… nada ha sido igual.
—Pensé que salías con la camarera de aquel lugar. — le dije curioso, mi corazón latía demasiado fuerte—
—Lo hice, pero ella no era tú.
—¿Qué quieres decir?— pregunté frustrado
—El destino, el quería…
—Que te sigo amando.
…que estuviera con él.
Sonreí con lágrimas en los ojos, él me abrazó como lo solía hacer y besó mi frente. Tanto tiempo extrañando su calidez.
Tal vez esté era el plan trazado por el destino, darme cuenta de que verdaderamente ambos estábamos destinados, que ambos éramos almas gemelas…
—También te amo, Jimin.
The End.
-⛈-
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-destination,, yoonmin.
Hayran Kurguᵃ ᵖᵉˢᵃʳ ᵈᵉ ˡᵃ ᵈᶦˢᵗᵃⁿᶜᶦᵃ ᵉʳᵉˢ ˡᵒ ᵐᵃˢ ʳᵉᵃˡ ᵇᵒⁿᶦᵗᵒ ʸ ˢᶦⁿᶜᵉʳᵒ ᵠᵘᵉ ʰᵉ ᵗᵉⁿᶦᵈᵒ.