Yoo Jeongyeon es una hermosa mujer y ella es consciente de eso. Tiene una apariencia que es siempre admirada por los hombres y envidiada por las mujeres. Ella tiene una familia amorosa, muchos buenos amigos y una carrera próspera es una empresa mult...
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Nunca soy fácilmente manipulable pero no pude negarme a éste muchacho.
Finalmente accedo a que me acerque hasta la cafetería cerca de mi departamento. Creo que desde allí no va a haber problemas para caminar.
De camino, al principio no decimos nada. Disfruto del viaje y miro furtivamente al chófer de vez en cuando, es descaradamente hermoso y mi respiración se vuelve irregular cada vez que me mira y sonríe. ¿Acaso lo hace a propósito?
- Jeongyeon - llama mi nombre y por un segundo pienso que me va a retar por mirarlo demasiado.
- ¿Sí director Park? - trato de sonar natural.
- Primero puedes decirme Jimin - me apunta con el dedo y deja de mirar el camino - Jimin, Jimin, Jimin.
- Jimin - repito, tal vez así vuelva su atención al transito.
- Muy bien - se ve claramente satisfecho - Me gustaría hacer amigos aquí y si continuas llamándome director voy a sentirme en el trabajo y además un tanto viejo.
- ¿No tiene amigos aquí? - pregunto. Se ve del tipo que tiene un centenar de amistades.
- Las formalidades tíralas por la ventana - el vidrio del coche baja y él hace señas para que yo tire algo, hago lo que me dice y finjo tirarlo - cuando estemos solos, o fuera de la oficina. No formal.
- Esta bien Jimin - me río por su idiotez y él se une a mí.
- ¿Qué me preguntaste?
- ¿No tenes amigos acá? - repito.
- Acá en Seúl no - responde sin mucho detalle. Él mencionó que podemos ser amigos así que lo voy a hartar con preguntas.
- ¿De donde eres?
- Busan - responde, un ligero fantasma de nostalgia pintó sus ojos por un segundo - Crecí ahí hasta terminar el colegio, luego me fui a estudiar a los Estados Unidos.
- ¿Estuviste mucho tiempo allá?
- Sí, casi 9 años.
- Eso es mucho tiempo - me imagino que habrá extrañado mucho a su familia, pero ese tema lo dejaré para más adelante.
- ¿Verdad que sí?
- Yo a veces pienso que sería bueno ir a trabajar al extranjero - comento para formar un dialogo.
- Yo te recomiendo que lo hagas.
- ¿Lo dices en serio? - me sorprendo.
- ¡Por supuesto! - asiente fervientemente con la cabeza - Debes salir y vivir experiencias nuevas, conocer nuevas culturas. Arriesgarte.
- ¿Sabes? Eres uno de los pocos que me ha dicho eso - le comento, él se ve sorprendido - La mayoría me dice que atesore mi trabajo y que estoy bien donde estoy ahora.
