MI PECADO ♥ ▶JIKOOKMIN◀

Capitulo 6

¿Qué hacemos aquí? -aunque lo sabía muy bien.

-Vas a hacer una elección. Es tu turno. -Tres hombres entraron en la sala. Vestían con pantalones de cuero e iban descalzos. Uno era calvo y fornido, de ojos claros; el otro era alto, fibradísimo, guapo, de largo pelo negro, y ojos oscuros pero de aspecto un tanto gótico; y el tercero era... un hombre mayor, muy atractivo, pero me recordaba a mi padre.

Me puse a la defensiva cuando los tres invadieron mi espacio e, inconscientemente, dí un paso para acercarme a Jungkook. Él me miró analizando mi reacción, pero continuó con el gesto impertérrito.

-Estos son Brutus, Prince y Amadeo.-jungkook estaba totalmente serio hablando, su personalidad había cambiado completamente-

-¿Y el es? -preguntó el de pelo largo y liso.

-Pussycat -contestó Jungkook mirándome de reojo.

Comenzaba acumular coraje, oculté mis los ojos por debajo de la gorra. ¿Minino? ¿Yo?

¡Yo no soy un minino! Puto!!

-Pussycat busca a un amo. ¿Quién quiere ponerla a prueba? -jungkook hablaba con rabia

Los tres sonrieron expectantes y caminaron a mi alrededor, como hienas deseosas de darme un bocado.

No quiero trabajar con ninguno -pense -. No podría nunca. me... me asustaban. yo no... Esos hombres exhudaban hormonas dominantes por todos los poros.

Brutus, que era el calvo fornido parecido a un culturista, se colocó delante mio automáticamente baje la mirada al suelo y mordí mi labio quedándome parado recto en forma desafiante y con voz dulce me dijo:

-Desnúdate para mí, Pussycat.

Déjame ver -alargó la mano decidido a apartarme la capucha, pero jungkook le agarró de la muñeca.

-No se toca hasta que el os dé permiso -ordenó con voz fría.

Brutus gruñó y obedeció al Rey León. Amadeo, el que se parecía a su padre, se inclinó sobre su oído.

-Qué bien huele.

Jungkook apretó los dientes cuando vio que comencé a temblar ante la cercanía de esos hombres.

-Llevas demasiada ropa. Quítatela -ordenó Amadeo pasándome la mano por mi trasero. Estaba furioso, estaba humillado quería gritar salir corriendo pero no soy un cobarde.

-Amadeo, no le pongas la mano encima si el no te lo ha pedido todavía -gruñó Jungkook entre dientes.

Me sentí mas humillado al momento de escuchar aquellas palabras, el no es mi dueño, pero sin embargo estoy aquí rodeado de hombres que solo me quieren follar hasta que pierda la conciencia, me dolió saber que jungkook era uno de ellos. Jungkook me está presionando y dejaba que esos tres amos me provocaran, creyéndose que yo soy su sumiso y que obedecería. Pero no lo haría. No con ellos.

Sentí como la vena de mi frente se brotaba indicando furia, pero en el fondo comprendí lo que me ofrecía Jungkook. Él no me haría daño, era alguien en quien podría confiar... No era un hombre completamente desconocido el que me desnudaría y me empujaría hasta mis límites... Era Jungkook. Y quería cuidarme, estaría más en confianza con el.

¿Habría alguien mejor que él? No para mi. Si te dan a elegir entre cuatro demonios; el feo, el malo, el bueno y el tío bueno, ¿a quién elegirías? Al final cogías al tío bueno. ¿no? Pues decidió que debía de ser lo mismo con los amos.

-No le vemos el rostro, no vemos su cuerpo... No sabemos nada de el -enumeró Brutus-. No nos hace ni puto caso, Rey. ¿Estás seguro de que es un sumiso?