La suite en la que estábamos no era tan cálida sin Jungkook, no estaba ahí conmigo. Nada más llegar, él se había metido en la ducha. Pensé por un momento que me invitaría a compartirla con él; pero el agente quería privacidad. Después, me había tocado el turno. Y Jungkook había aprovechado para irse. Así, sin más.
Durante el trayecto, Jungkook había permanecido completamente en silencio, con el rostro demudado e impertérrito. Lloroso. Y tampoco había sabido qué decir. El trío nos había arrasado como llamas a ambos, como a una maldita campiña verde donde no pudiera salvarse ni una brizna de hierba ante el fuego abrasador.
Nos había dejado sin palabras. Demasiadas sorpresas: pensar que era Hoseok quien la poseía y, después, saber que era Sharon quien lo hacía; escuchar los gemidos de Jungkook, quejumbrosos, y notar la tensión de su cuerpo debajo mío. Tensión por hacer justamente lo que no quería hacer; la pelea entre los tres amos y las declaraciones... Todo junto había sido demasiado explosivo.
El torneo estaba acabando con nosotros definitivamente no teníamos fuerzas para continuar con esto. Nos estaba reduciendo a un estado de nervios continuo y de emociones descarnadas.
¿Lo mejor? Que ya estaban clasificados y a los equipos para que siguieran los movimientos de los Villanos durante la final. Descubrirían quiénes eran y, con la colaboración de YoonGi y Tae, destaparían el pastel de las sumisas y la trata de blancas. El equipo base ya debería tener localizado a Keon, el cabecilla que facilitaba el popper. Así que, más o menos, ya habían atado cabos sueltos y la resolución del caso empezaba a tomar forma.
Pero mis sentimientos se habían visto perjudicados, expuestos y pisoteados. Estaba en la terraza, inmerso en el jacuzzi de madera. Quería sentirme limpio por fuera y por dentro. Y quería luchar por Jungkook. Necesitaba que él me hablara y que le hiciera entender todo lo que no comprendía. Sobre él. Sobre mí. Sobre los dos. Un hombre no lloraba si no se veían envueltos su amor propio y su corazón de por medio. Y Jungkook había llorado como un niño pequeño. Lo había hecho durante el trío, e incluso después. Aquello quería decir algo. Y estaba dispuesto a arrinconarlo de una vez por todas.
Lo haría cuando él regresara de dónde fuese que estaba. Necesitaba centrarme. Necesitaba hablar con alguien que no estuviera emocionalmente involucrado con él.
****
Jungkook se encontraba llegando al lugar donde el equipo de operaciones estaba instalado faltaba poco para la gran final necesitaba estar al día en todo, miro alrededor fijándose que nadie lo siguiera, bueno eso tampoco iba a suceder porque se estaba dando a cabo un toque de queda para preparar la gran final en la otra isla.
-Agente Jeon. -RM lo miró de frente, con sus mirada seria.
-¿Qué tenemos? -prefería ir directo al grano.
-Hemos seguido el rastro de Keon; y lo tenemos controlado. Ayer noche, después de que hiciera la entrega en la Plancha del Mar, dejó el quad en el complejo residencial de Calabash Boom. Tenemos a un par de agentes siguiendo sus movimientos y controlándolo. Se encuentra en un edificio de dos plantas con cuatro vecinos.
-No es su residencia -afirmó Jungkook. Un narcotraficante que diseñara drogas ganaba millones de dólares mensuales, como para vivir en un sitio así...
-No, por supuesto que no. Es su laboratorio y los vecinos trabajan para él.
-Bien, mañana hará la última entrega. -Jungkook echó un vistazo a los monitores. Cada uno de ellos reflejaba imágenes de las islas, puertos y cabos-. Nadie sabe dónde se celebrará la final del torneo. Sabía que todos los del equipo vieron su encuentro con Jimin y sus lágrimas.- Pero podemos adelantarnos a sus movimientos si vemos dónde y a quién deja Keon el último paquete.
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MI PECADO ♥ ▶JIKOOKMIN◀
Randomcontenido +18, historia finalizada. Compartir y apoyar mucho, si veo que les gusta creare las demás partes. No se olviden de dejar las estrellitas y comentarios. Esta historia puede tener similitudes con muchos libros, puesto que junté lo que más me...