Olivos/ Escuela.
📚Cailín Dábalos👑: agosto del primer año.A la salida del instituto me fui a sentar a un banco al frente del colegio. Desde ahí observo toda la calle por la que tendría que venir mi transporte, el cual venía atrasado. Aprovechando mi tiempo de espera busque en el bolsillo de la chaqueta mis auriculares, me los puse en mis oídos para luego deslizar mi dedo por la pantalla de mi celular buscando una canción buena.
Mientras escuchaba música, veo los últimos alumnos que salen del instituto. Cuando desvió mi vista en el paisaje de montaña para el noroeste y la vuelvo hacia la calle por la que tendría que venir mi chofer, Javier.
Ningún rastro del transporte. Es por eso que sigo mirando el paisaje hasta que contemplo que a unos metros de mí se encuentra un sujeto insignificante para mí.
Él está sentado prestándole atención solo a la pantalla de su móvil; lo que me permite a mí observar cada detalle de ese ser. Aquel chico parece unos años mayor que yo y de otro curso, su vestimenta me llama la atención, lleva puesto la chaqueta y los pantalones cortos grises, del uniforme escolar ¡A caso no sea dado cuenta que estamos aún en verano!
Los minutos pasan lentos, en estos escucho cinco canciones y leo algunos capítulos de mi libro digital favorito. No obstante Javier aparece en la mitad de la sexta canción. Al instante que el carro se detiene frente a mí, me subo en el asiento de atrás. Apenas cierro la puerta el auto comienza hacerse marcha atrás, todo parece igual hasta que el chofer detiene el vehículo en seco. De repente el chico que estuvo sentado cerca de mí se sienta en el lugar del copiloto.
Con muchísima curiosidad sacó mi mochila de arriba de mi falda y la colocó a un lado mío para espiar a través de los asientos. La cabellera del chico semi pelada sé nota desde kilómetros, Javier lo saluda con un apretón de manos y el sujeto le dedica una sonrisa dé vuelta. Doy un suspiro corto, por más que trato de reconocerlo no puedo.
Entonces vuelvo a mi postura de siempre, mirando el paisaje por la ventana. En todo el viaje me mantengo así. En la parte donde los caminos se separan, es decir el final del pueblo. Javier continúa por el de la derecha, el camino que aún es de tierra. Al fondo de este se encuentra la casa de mi abuelita que es la menos interesante, adorable y la última descendiente de los fundadores de Olivos.
Siempre creí que fue aburrida e introvertida toda su vida. Aunque sus fotos, la que tienen en portarretratos indican lo contrario. Jamás me dijo nada de su pasado, solo historias como que conoció a uno de los fundadores, es decir a mi tatarabuelo, que nuestra familia siempre se mantuvo pura, lo que significa que no nos hemos mezclado con otras familias reales y toda su vida vivió en este pueblo.
Al llegar al destino me deslizo del asiento para que mis pies toquen el suelo, tener doce años y encima ser muy baja de altura, no es bueno. Antes de cerrar la puerta me despido con un "chau" en general, cierro la puerta empezando a caminar hacia la casa. Ya sola, camino desde el portón a la entrada, en mi mente sigue el chico que parece ser compañero en la escuela y de transporte mío.
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Pequeños mentirosos[1°]
RomanceUna chica llamada: |Cailin Dábalos|. & un chico llamado: |Oliver Colín| Ambos habitantes de Olivos《El pueblo cultivador de aceitunos donde creció toda su familia》 Ambos del mismo instituto《 Donde cualquiera persona no puede estar menos de un metro y...