♡Capítulo Dos♡

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OLIVOS/Instituto corazón de Jesús.

                            💋Oliver Colín✈: agosto del primer año

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💋Oliver Colín✈: agosto del primer año.

Primera día de escuela, ¡sí que divertido! Estoy tan contento de que tengo que despertarme casi al amanecer para luego tomar mi desayuno rápido. La situación no mejora cuando traspaso el portón del instituto y escuchar un ruido que estremece mis tímpanos.
El maldito timbre.

Sin embargo lo positivo es que en esta cárcel se encuentra mi mejor amigo y la única persona que me aguanta. Hablando del rey de roma, me lo encuentro entrando lo que creo que es un nuestra aula. En mi mente no hay otra cosa, será difícil acostumbrarme a los horarios de este colegio porque cuando estuve un año en la ciudad iba en el turno tarde y aquí hay solo clases a la mañana.

A pesar que iba en horarios que me eran cómodos, no puede aprobar ese año y es por eso que ahora me parezco de segundo, cuando en realidad estoy entrando a primer año. Los que van a ser mis compañeros me miran desde que pongo un pie en el marco de la puerta hasta que me siento al fondo del aula.

Los que me diferencia de ellos son: Mi altura, la cual es notable; un año más de edad y que casi conozco el sistema de la escuela secundaria. No obstante no soy el único, chino también es de los míos. Aunque nunca en su vida repitió, solo que sus padres lo "notaron mal" y bueno ahora ambos vamos con los niños de doce cuando nosotros somos chicos de trece años.

A medida que pasa el día mi interés va disminuyendo, en la primera clase me concentro, en la segunda y la tercera ya la voy perdiendo. Eso ya lo conozco y sé cómo se llama: Aburrimiento. Por suerte tengo a chino para ayudarme para que no me duerma. Con aquel chico nos conocíamos desde los ocho años, en el que entonces solía solo venir de vacaciones a la casa de mis abuelos. En realidad fueron pocas las veces que vine a visitarlos, tal vez esa era la razón por la cual nunca pude hacer una conexión con este pueblo. Estos pensamientos eran acompañados de mis movimientos en el pupitre de madera antiguo en el que me tuve que sentar.

Al salir al recreo voy directo a mi banco habitual, el que está cerca del Gran Olivo. El cual proyecta una sombra que cubre por total los asientos y la mesa, pero al mismo tiempo entre sus ramas los rayos del sol se atraviesan que lo hace más perfecto. Chino como siempre se tarda en salir del aula cuando lo veo venir tengo que hacerle señas con los brazos para que venga donde estoy. Él visualiza mi gesto y rápido se encamina hacia a mí entre las demás mesas repletas de estudiantes.

── ¿Por qué tardaste tanto?──. Pregunto, mientras sacamos al mismo tiempo unos recipientes con nuestra comida.
── Estaba hablando con el profesor Luis, el de periodismo── dice antes de mordisquear un poco de su sanguche──. Quiero convencerlo de que me deje ser el que escriba el periódico de la escuela este año.
──Eso sí que estaría muy bien, Chino.

¡Wuao!, no puedo evitar pensar que es el primer día y yo ni siquiera supe que comprar en el kiosco y mi amigo ya quiere encargarse del periódico escolar. En fin él siempre fue el organizado y yo de los que hacen su tarea en clase.

Pequeños mentirosos[1°] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora