Capitulo 10

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Estaba junto al cadáver de mi padre, la residencia estaba siendo desalojada y yo no tenía idea de qué hacer. Mi madre estaba tan molesta conmigo por haberla enviado al infierno que se fue sin despedirse.

—Príncipe— Era Daphne— ¿Me permite hablar con usted un momento?

—Pasa y deja de llamarme así, ya no soy un príncipe.

—Para mí y para el resto de tus fieles súbditos, siempre serás nuestro príncipe, heredero a la corona.

—Ahora tú eres la emperatriz.

—Soy una sustituta— Se acercó a mí— Pero no es momento para hablar de esto. ¿Qué planea hacer ahora que ha dejado de lado sus obligaciones?

—Tomaré el cuerpo de mi padre, lo llevaré a un lugar en donde sus restos serán cuidados debidamente. Y yo... Me iré por ahí, me dedicaré a hacer tratos y olvidaré este mal rato.

—Claro... Si en algún momento se siente solo o cambia de opinión, puede venir a mi palacio y será entrenado cuando usted así lo decida— A pesar de ser muy firme y estricta, siempre ha sido muy amable.

—Gracias, reina Daphne.

—Me retiro.

Supongo que no importa cuántas veces diga que ya no soy un príncipe, seguirán tratándome como tal.

Después de unas horas, llevé el cuerpo de mi padre a casa de Diane y Violet. Para mi suerte, al llegar solo estaba Diane. Llamé a la puerta, entré y llevé a mi padre a una habitación.

—¡¿Qué ha pasado?!— Diane estaba en shock.

—Alguien lo mató... No te preocupes, ya están buscando al culpable.

—¿¡Matarlo?! Pero eso es imposible... Él no puede morir— De sus ojos salían lágrimas, una tras otra.

—Yo también creí que jamás moriría o que habría alguien tan imbécil como para matarlo.

—Jasper, hijo...

—Ya me voy, Diane. Cuida de su cuerpo, solo a ti podría dejarte lo más preciado que tuve.

Subí a mi auto y conduje a la ciudad más cercana. Al llegar, me estacioné en el primer lugar donde pude y mis lágrimas empezaron a salir, lloré incansable y descontroladamente, quería morir. Deseaba desangrarme hasta la muerte para deshacerme de este dolor que me apuñalaba a cada segundo que pasaba. Estaba vacío, sin mi padre ya no me quedaba nada.

Después de largas horas de indetenible llanto y gritos... mi sufrimiento cesó. Y dentro de mi algo parecido a una nueva persona estaba surgiendo, pero este nuevo yo, no era más que mi verdadera personalidad saliendo a la luz.

Insomnio [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora