Capítulo 8

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Los ojos de Vanessa se abrieron como platos al escuchar lo que el azulino menor había dicho. Niall lo miró sin poder creerlo. Iba matarlo. Rápidamente tomó una almohada que estaba sobre el sillón y lanzó hacia su hermano, haciendo que Jake riera. 

- ¡Auch! – dijo divertido, pero restregándose al mismo tiempo. 

- Vete de aquí – le dijo Niall apretando los dientes. 

Se estaba por acercar a él para hacerle algo, pero Vanessa se puso en su camino impidiendo su paso. Ella rió por lo bajo.

- Tranquilo, déjalo – le dijo ella. 

Niall la miró fijo a los ojos. Y miró a su hermano. Jake sonrió triunfador, sabiendo que había incomodado a su hermano. Porque aunque Niall nunca se lo haya dicho, él sabía perfectamente que le pasaba algo con Vanessa. 

- Bueno, adiós – dijo Jake y se fue dejándolos solos.

Vanessa aun estaba frente a Niall, obstruyendo su camino. Pero a él no le molestaba para nada esto, es más le encantaba. 

- Lo……lo que dijo Jake….no es verdad – le dijo él. Ella lo miró fijo a los ojos.

- Ya lo se – dijo ella y se alejó de él – Se como son los hermanos molestos. Les gusta sacarte de lugar. Sino pregúntame a mí. 

- Te juro que un día no voy a poder contenerme y creo que voy a matarlo.

Ella rió por lo bajo, haciendo que Niall también riera. 

- No lo creo. Eres demasiado bueno, como hacerle algo a tu hermano. Aunque este diga cosas incomodas y que no son verdad. 

- Tienes razón – dijo él – ¿Vamos?

- Si, acompáñame a buscar un poco de plata y vamos – le dijo. 

Niall asintió, le avisó a su madre que saldría y ambos salieron de la casa de él para cruzar a la de ella. Entraron. 

- ¿Vanessa, eres tú? – le preguntó su madre desde la cocina. 

Niall se sorprendió ante la voz femenina, ya que nunca la había escuchado. 

- Si mamá, soy yo – le contestó ella. 

El azulino miró bien a su amiga, para luego mirar a la puerta de la cocina en donde se encontraba parada una mujer de unos 35 años. Una mujer bella, no muy alta, pero hermosa. 

Connie miró bien al muchacho y sonrió levemente. 

- No sabía que estabas con alguien – le dijo a su hija. 

- Oh, lo siento – dijo Vanessa, ya que había olvidado presentarlos – Mamá él es Niall, nuestro vecino y el que le consiguió empleo a Ron. 

- Mucho gusto Niall – le dijo. 

- El gusto es mío, señora – dijo él.

- Y bueno, Niall ella es Connie. Mi madre. 

- Bueno, voy a seguir durmiendo muchachos. Hoy va a ser una larga noche – dijo. Se acercó a su hija besó su frente y subió las escaleras. 

Ambos jóvenes vieron como ella se iba y los dejaba solos. Era la primera vez que Niall veía a la mamá de Vanessa y ahora sabía de donde ella había sacado gran parte de su belleza. 

- Es un poco extraña – dijo Vanessa refiriéndose a su madre. Niall la miró – Pero es la mejor madre del mundo. 

- Seguro que si – dijo el azulino con una leve sonrisa.

El primer amor siempre duele. - Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora