Kenneth: Bueno, aquí traigo los resultados de los anali...-dijo Kenneth mientras entraba por la puerta, cortó la frase de seguido en cuanto vió aquella escena-
Zilan y yo nos separamos al instante. Mirándonos el uno al otro.
Kenneth: Oh, ehm, per-perdón, no-no quería interrumpir -tartamudeó mientras retrocedía para salir de aquella pequeña sala-
_: No te preocupes. No has interrumpido nada. -dije con tono firme-
Kenneth: Bueno, lo que iba a decir. Aquí traigo los resultados de los análisis que te hicimos mientras estabas en coma. Afortunadamente todo está bien. Podrás irte cuando quieras.
Una sonrisa enorme se dibujó en mi rostro. Comencé a pensar en que podría haber muerto. Podría haber perdido a Ane, podría haber perdido a Aaron, y podría haber perdido...a Zilan. Realmente mis padres no me preocupaban, ya que por su culpa, me han hecho esto. Por su culpa, más de una vez podría haber muerto. Zilan se giró hacia mi, y rodeó mi cuello con su brazo. Nos miramos mutuamente, y sonreímos a la vez.
Kenneth, al ver mi reacción, completó su frase:
Kenneth: En recepción tienes unos papeles que tienes que firmar para poder darte de alta. Camina despacio y no hagas muchos esfuerzos, aún estás débil. Ven dentro de unas dos semanas para una revisión. Espero que todo vaya bien.
Este se acercó a mi extendiéndome su mano en forma de despedida, y yo extendí la mía. Hizo lo mismo con Zilan. Después de esto, Kenneth salió de la sala con una sonrisa y sin hacer mucho ruido.
Aún estoy en camisón, así que tenía que vestirme. Me levanté cuidadosamente de la silla, con ayuda de Zilan.
Doy una mirada rápida tratando de localizar mi ropa, y ahí estaba, junto a una mesilla al lado de un sillón.
_: Bueno, tengo que vestirme -digo en modo de indirecta para que Zilan saliera de la sala. Aunque se ve que no la captó, ya que se quedó de pie mirándome-
En unos segundos, reaccionó y respondió ante ella:
Zilan: Oh si, lo siento. Si necesitas ayuda, estaré al lado de la puerta- dijo mientras señalaba aquella- Fuera, fuera -completó-
Salió de la sala, y cogí mi ropa. Tenía un poco de polvo, de estar mucho tiempo ahí. Así que la sacudí de forma que se fue todo.
Entre a un pequeño baño que había y me miré al espejo, estaba despeinada pero no tenía nada para peinarme, así que cogí las puntas de mi pelo, estiré de estas y enrollé mi pelo sobre el, de forma que quedó un pequeño moño en mi cabeza el cual cerré metiendo las puntas por dentro. Lavé mi cara, y, finalmente salí.Fui a recepción a firmar aquellos papeles, sinceramente no leí la letra pequeña, tampoco me importaba.
Zilan: Y bien, ¿dónde vamos a ir ahora?
Lo tenía más que claro. Iría a mi casa, cogería toda mi ropa, mis cosas, mis ahorros, y mi perro, y me iría a un motel a pasar unas noches hasta que encontrara algo. De mientras seguiría trabajando, para poder ahorrar más.
_: Tú a tu casa. Yo a la mía. -dije seriamente-
Zilan: No, yo voy contigo a tu casa, no quiero que tus padres te hagan nada.
_: Ni yo tampoco quiero que te lo hagan a ti.
Aceleré El Paso hacia mi casa, pero este vino detrás.
Zilan: Si no quieres que vaya a tu casa, al menos déjame quedarme fuera, pero quieras o no voy a ir.
_: Vale, te quedarás fuera, pero prométeme que no vas a entrar pase lo que pase
Zilan: No voy a prometerte nada.
En verdad no podía pararlo, iba a hacer lo que él quisiese, además, no creo que pase nada, así que dejé que viniera.
Estuvimos todo el camino en silencio, cuando por fin llegamos. Miré por las ventanas para asegurarme de que no estaban. Y así era, seguramente los arrestarían o algo parecido, y me alegro.
Entré por una ventana que había abierta, ya que no tenía llaves ni tenía nada, solamente el móvil que estaba junto a mi ropa en aquel hospital.
Subí arriba, cogí la mochila del instituto y comencé a meter todo ahí, ropa, maquillaje, mis zapatillas etc. Aunque solo cogí lo necesario. Voy al piso de abajo a coger el pienso, correas y accesorios de mi perro. Ya lo tenía todo, así que fui a coger a mi perro que estaba en el sofá.
Fui a entrar al salón cuando de pronto escucho unos gritos, era Zilan ¿con quien estaba discutiendo? Abrí la puerta lentamente, y ahi estaban, mis padres.
Mamá: Uy, si aún está viva la pequeña zorra.
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Far away from home
RandomUna joven en bachiller, como cualquier otra, pero, en esta vida se le han complicado bastante las cosas Sus padres la maltratan, no tiene casi amigos, y está harta de todo. Melisa, la fascinante protagonista de esta historia, nos contará todos sus...