𝐼𝑡'𝑠 𝑓𝑢𝑛 𝑡𝑜 𝑙𝑜𝑠𝑒 𝑎𝑛𝑑 𝑡𝑜 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑒𝑛𝑑
1994
El grunge se había apoderado de los walkmans, los teléfonos tenían cables y los celulares eran demasiado caros para tener uno, había revueltas en las calles por las crisis internacionales...
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𝕿𝖍𝖔𝖚𝖌𝖍𝖙𝖘 𝖆𝖗𝖗𝖎𝖛𝖊 𝖑𝖎𝖐𝖊 𝖇𝖚𝖙𝖙𝖊𝖗𝖋𝖑𝖎𝖊𝖘
Nueva York, 1994
—No pasó, pero sí pasó. — desde el baño puede escuchar la voz de su amiga que está afuera preparándose con Sadie — ¿Entiendes? Todo iba muy bien, digamos, iba a suceder y entonces nos dimos cuenta de que faltaba algo. — Dios sabe que lo último que desea oír es el recuento de Rowan sobre su noche con Finn, le ha estado huyendo toda la semana, sin embargo, mientras se alistan para salir el siguiente viernes sale a colación, es inevitable.
—¿Qué cosa? — pregunta la pelirroja, se oye confundida, realmente Millie no puede ver su cara, se está vistiendo desde el otro lado de la puerta.
—No tenía condones el idiota. — suelta Blanchard causando un revoltijo en el estómago de la menor quien apoya su espalda a la pared y se resbala por esta con desdén, no le importa el frío que le causa esta cuando choca contra su piel descubierta — Así que nos detuvimos, luego como a las ocho, me puse mi ropa y me devolví acá.
—¿Qué tal estuvo?
—Bien, me gustó, es bueno, supongo que tiene mucha práctica... — por favor detente, pide mentalmente sujetándose la cabeza — Si me lo vuelve a proponer, yo no le diría que no. — la escucha soltar una carcajada y luego golpear contra la puerta — Oye Mills, si me ves con Finn en algún punto de la noche recuérdame comprar protección. — exclama entretenida, ya que sabe que su amiga ha estado escuchando.
Y Brown se quiere morir, genuinamente, qué situación tan poco manejable tiene en sus manos, pretender que alguien no le gusta mientras escucha sus metidas de patas con una de sus compañeras. Con todo su corazón no quiere odiar a la de cabello oscuro, en serio que no, no tiene culpa de nada, ella no sabe, pero es demasiado abrumador estar en medio de esas circunstancias donde debe apoyarla y animarla.
